Los ecologistas de Mosaico de Elda, Amigos del Valle de l'Alvaiol de Petrer y Ecologia i Pau de Novelda siguen empeñados en que el río Vinalopó deje de ser el "gran desconocido" que es para las poblaciones que atraviesa. Ese es el primer objetivo. El segundo pasa por generar un debate social sobre su progresivo deterioro y la necesidad de exigir medidas concretas a los poderes públicos que garanticen la restauración y protección del ecosistema autóctono más importante de la provincia. El Vinalopó.

Pues bien, dentro de esta campaña ecologista que arrancó en Elda, pasó por Petrer y ha llegado ahora a Novelda, se están desarrollando numerosas actividades. Una de las más destacadas ha sido el recorrido botánico que ha permitido a un grupo de cincuenta personas contemplar especies vegetales únicas y apenas son conocidas. Desde el castillo de La Mola de Novelda hasta el término limítrofe de Monóvar los participantes, venidos de toda la comarca, escucharon con atención las explicaciones de Miguel Doménech y Conchita Segura. Ellos fueron los encargados de guiarles hasta la zona donde se halla la flora más conservada y menos alterada del Vinalopó en su lento discurrir por las tierras de Novelda. Los expertos desentrañaron los secretos de la vegetación autóctona, identificaron a las especies invasoras más comunes y resaltaron el valor de los paisajes a pesar de que en muchos de ellos apenas crece nada por la alta salinidad que aporta el Barranc de la Sal y las surgencias que conforman Els Clots. En este singular enclave donde las aguas salinas de la montaña se mezclan con las aguas dulces del Vinalopó fue donde el grupo se detuvo más tiempo y donde mostró el mayor interés. En definitiva, una clase magistral de cuatro horas y en plena naturaleza para descubrir el Vinalopó. La gente se quedó con ganas de más. Por eso los organizadores volverán a repetir la experiencia el 6 de junio. Pero este domingo, a las diez de la mañana, parte de la plaza de la Magdalena una marcha senderista que volverá a recorrer el cauce río arriba.