Los cien niños de 0 a 3 años de edad matriculados en la Escuela Infantil El Parque de Sax han permanecido en las clases durante los tres últimos días bien provistos de abrigos, bufandas, guantes y gorros porque la calefacción central se ha vuelto a averiar. En esta ocasión el problema, surgido a raíz de una perforación que ha provocado una fuga en el tanque subterráneo de gasoil, se detectó en la tarde del miércoles pero hasta el día de ayer no se le había dado ninguna solución. Una circunstancia que provocó un creciente malestar entre muchos de los padres y madres que llevan a sus hijos a este centro al coincidir, además, en una semana en la que las temperaturas han acusado un acentuado descenso. De hecho, el termómetro llegó a situarse en Sax durante la madrugada del viernes por debajo de los tres grados centígrados. La opción provisional de instalar estufas eléctricas o pequeños aparatos de aire acondicionado en las aulas, el comedor y el dormitorio en el que los pequeños echan la siesta tampoco ha sido posible porque el centro carece de potencia eléctrica suficiente y saltan los automáticos.

La titularidad de la Escuela Infantil El Parque corresponde a la Generalitat Valenciana y, a primera hora de la tarde de ayer, la Conselleria de Educación aseguraba a este diario que el próximo lunes se instalarán en el colegio dos tanques provisionales de gasoil para que la calefacción vuelva a funcionar con total normalidad. Mientras tanto, los trabajadores extraerán el depósito deteriorado, que se encuentra soterrado en una zona ajardinada del interior del viejo edificio, y comenzarán a preparar el nuevo y definitivo tanque en la caseta del conserje. Una tarea que, de no surgir complicaciones, podría concluir antes del viernes y con la que se pondrá una solución definitiva a un problema que, según los padres consultados, se viene produciendo desde hace diez años. Dicen que el depósito ha dado problemas desde entonces. Una pequeña perforación ha permitido que el agua de lluvia, e incluso el barro, entrase en su interior tras acumularse en el jardín. De este modo ha inutilizado la calefacción en repetidas ocasiones y ha hecho necesaria la intermitente presencia de los operarios de mantenimiento de la Conselleria para subsanar la avería. Sin embargo, todas las reparaciones que se le habían realizado hasta el momento habían sido meros parches para salir del apuro de forma rápida y temporal. Con el paso de los años el sistema se ha ido deteriorando y en noviembre volvió a fallar otra vez. Los niños permanecieron entonces más de una semana con sus abrigos, gorros y bufandas dentro de las aulas mientras los técnicos volvían a restablecer el suministro, tras lo cual llenaron el tanque, que tiene una capacidad de 1.500 litros. La sorpresa se produjo el pasado miércoles cuando la calefacción dejó de funcionar de nuevo. El depósito se había vaciado por completo en apenas mes y medio. Un periodo de tiempo en el que, además, el uso de la calefacción había sido mínimo al interrumpirse la actividad lectiva por las fiestas navideñas y las patronales de San Blas. En cualquier caso, los responsables de Educación han asegurado que el próximo lunes todo volverá a la normalidad sin que el horario de las clases, que va de 9 a 16.45 horas, haya tenido que interrumpirse un solo día.

En la tarde de ayer las profesoras salían con sus plumíferos y varias madres señalaban que hacía más frío dentro del colegio que fuera de él. Una circunstancia en la que también influye la antigüedad del edificio que acoge a la única Escuela Infantil de Sax.

Filtraciones de combustible desde hace diez años

Las filtraciones de gasoil que han podido producirse durante los diez últimos años es un asunto que también ha suscitado preocupación entre las madres y padres de los alumnos de la Escuela Infantil El Parque. No obstante, son muchas las interrogantes que algunos de ellos se hacían ayer, mientras esperaban en la puerta para recoger a sus hijos, ante la posibilidad de que una fuga de combustible pequeña, pero continuada, haya podido alcanzar capas profundas del subsuelo y afectar al medio ambiente. En este sentido manifestaban no comprender las razones por las que, conociendo los técnicos el problema, no han optado antes por sustituir el viejo depósito por uno nuevo. Una medida que también habría ahorrado una importante suma de dinero a la Generalitat Valenciana.