La presión ejercida por una asociación de comerciantes de Elda ha provocado el cierre del "rastrillo" del polígono Campo Alto sólo dos meses después de su apertura, según manifestaron ayer sus responsables. Los arrendatarios de la nave donde se realizaba el mercado de segunda mano los fines de semana anunciaban ayer el cese de su actividad "por el mal recibimiento de los comerciantes", aunque aseguran que siguen en contacto con el Ayuntamiento para tratar de conseguir todos los permisos necesarios y regularizar su situación.

Sólo un mes después de iniciarse, el "rastrillo" de Campo Alto se encontró con la oposición de Comercio Eldense Asociado (CEA), una de las siete asociaciones de empresarios del comercio que existen en Elda. Su junta directiva denunciaba la pasada semana que la venta en el polígono industrial estaba prohibida, además de incidir en el perjuicio que se realizaba a la actividad comercial del municipio, ya que ellos no pagaban impuestos. Los responsables del rastrillo aseguran estar sorprendidos por la respuesta de CEA, ni ser conscientes de la repercusión negativa que llegase a tener un "rastrillo" de productos de segunda mano en su mayoría sobre las ventas del comercio, cuyos vendedores, tal y como afirmaban hace dos semanas, se deshacen de sus objetos personales para sacar "un dinero extra" en tiempos de crisis. Los arrendatarios recordaron una vez más que la actividad no comenzó como una iniciativa de lucro personal, ya que la única recaudación realizada era para el alquiler y mantenimiento de la nave, aunque también reconocieron haber comenzado a montar el "rastrillo" antes de obtener cualquier papel de la administración local. Pese a que la intención inicial es la de regularizar la actividad del mercadillo, según reconoció el dueño de la nave en una primera entrevista a este diario, las posibilidades de volver a abrir el "rastrillo", con un cambio de ubicación son ahora, según manifestó una portavoz esta semana, "remotas".