La Guardia Civil de Novelda detuvo el pasado martes al gerente de una constructora de Alicante como presunto autor del homicidio de la empleada de la gestoría B&R de Pinoso. El arrestado, de una edad próxima a los 50 años, es un cuñado del dueño de la gestoría donde se produjo el crimen. Fue a mediados de agosto y la víctima, de 36 años de edad, apareció en una silla degollada y con una bolsa de plástico en la cabeza. El autor demostró una enorme sangre fría porque, antes de abandonar el lugar, se dirigió al cuarto de baño para lavarse las manos. La Guardia Civil cree que el presunto homicida pretendía robar dinero y no esperaba ser descubierto por la empleada. No ha trascendido si el sospechoso ha confesado el crimen ante el Instituto Armado.

Una compañera de trabajo de la fallecida fue quien la encontró a mediodía en la oficina con los cajones revueltos, papeles por el suelo, las mesas totalmente desordenadas y la música a todo volumen. Fue el dueño, que estaba de vacaciones en Suiza, quien le pidió que acudiera al local extrañado al no poder contactar telefónicamente con la empleada.

El móvil barajado es el del robo ya que tras el homicidio se echó en falta una cantidad de dinero en metálico cercana a los 12.000 euros. Al parecer el presunto autor atravesaba problemas económicos y, según han indicado las fuentes consultadas, era precisamente su cuñado y dueño de la gestoría quien se hacía cargo de la contabilidad de la empresa en la que trabajaba.

El detenido fue conducido al cuartel de la Guardia Civil de Novelda donde permanecerá previsiblemente hasta hoy o mañana, cuando será puesto a disposición judicial. Mientras tanto las investigaciones siguen su curso con el objeto de localizar el cuchillo supuestamente utilizado para cometer el crimen.

La gestoría permanece cerrada desde el día en el que se produjeron los hechos. En la puerta de la céntrica calle Canóvas del Castillo hay nota que informa a los clientes de que "en breves fechas les comunicaremos nuestra nueva dirección de atención al público. Hasta entonces les rogamos que contacten con nosotros en dos teléfonos móviles -que se indican- en horario matinal". Tras muchos intentos este diario logró finalmente contactar con el personal de la gestoría. Una mujer, que no quiso identificarse en ningún momento, se mostró especialmente expeditiva al ser preguntada por la reciente detención. "No voy a decir absolutamente nada y el jefe ni está ni va a estar así que no insistas", repitió dos veces en tono cortante antes de colgar el teléfono.

Desde la Guardia Civil también se guarda un hermético silencio al seguir el caso bajo secreto de sumario.