La Plataforma por un Urbanismo Sostenible aplaudió ayer la decisión del Consell de rechazar el polémico Plan de Actuación Integrada (PAI) de 7.200 viviendas y el campo de golf en el paraje de Las Cañadas en Elda por su impacto ambiental. El responsable de la agrupación Antonio Gisbert mostró su satisfacción por el hecho de que el Servicio Territorial de Ordenación de Territorio haya realizado un informe en el que reitera que "el proyecto no es aceptable a los efectos ambientales". Gisbert manifestó ayer que "estamos contentos porque todas las críticas y las movilizaciones que hemos realizado han tenido sus frutos. Ahora nos han dado la razón" recordando que "no estábamos de acuerdo porque se suscribió un convenio de colaboración que no se hizo público, esa fue la primera irregularidad. Nos enteramos de lo que estaba ocurriendo cuando la empresa presentó la documentación".

El miembro de la plataforma precisó que su rechazo al plan se produjo cuando supo que "iba a producirse un atentado ecológico salvaje contra el espacio natural" puesto que la intención del Ayuntamiento era "recalificar un diez por ciento del suelo de Elda teniendo en cuenta que más de la mitad del terreno previsto en la urbanización estaba calificado como protegido". Gisbert aseguró ayer que la Plataforma por un Urbanismo Sostenible se movilizó y llegó a convocar marchas para rechazar esta actuación urbanística porque "considerábamos que se iba a crear una ciudad insostenible. Este tipo de actuaciones son las que nos han llevado a la crisis actual que estamos viviendo, porque no se puede depredar el territorio de esa forma". En todo momento la plataforma defendió que no se realizara el proyecto, entre otros motivos, por la eliminación de miles de pinos, carrascas y otros tipos de arbolado, así como múltiples especies de fauna. Según el responsable "estamos muy satisfechos porque presentamos alegaciones, nos movilizamos e hicimos una campaña muy fuerte en contra del campo de golf. No sé si la Conselleria habrá tenido en cuenta nuestras acciones de presión pero nosotros lo hicimos como ciudadanos comprometidos para concienciar a los vecinos y a las administraciones". Por último, Antonio Gisbert manifestó que "me gustaría escuchar ahora a todos aquellos que defendieron este proyecto, porque siempre se ha sabido que desde el punto de vista ambiental no era sostenible".

Recordar que en enero de este año, la Conselleria paralizó el campo de golf al ser un suelo protegido por su interés paisajístico. El Ayuntamiento prefirió no presentar alegaciones al considerar que la empresa debía subsanar numerosas deficiencias. Pese a que la mercantil mandó numerosos documentos, la Conselleria ha vuelto ahora a desestimar el plan. Durante los últimos cuatro años, el proyecto del campo de golf y la zona residencial ha contado con un sinfín de críticas pese a que ha sido modificado en multitud de ocasiones. En la pasada legislatura, la urbanización afectaba a la cima de la Sierra de la Umbría. Ante las quejas, el constructor rebajó la cota de edificación hasta las Barrancadas, iniciativa que también contó con el rechazo de asociaciones y vecinos. Finalmente, la empresa propuso que el proyecto se basara sólo en las Barrancadas, iniciativa que tampoco se ha avalado.