La misa solemne del día de ayer, dedicado al Cristo del Buen Suceso, consiguió reunir a cientos de eldenses en la iglesia noble de Elda para rendir tributo al patrón de las fiestas mayores. A las once menos cuarto de la mañana, la iglesia se fue llenando de fieles vestidos de día grande y de vecinos ataviados con el vestuario de traca. Como advirtió la semana pasada el presidente de la Cofradía de los Santos Patronos, fueron muchos los que ayer acudieron al templo por primera vez en todo el año. Y Miguel Ángel Cerezo, el sacerdote invitado a concelebrar la misa con el párroco de Santa Ana, José Abellán, no perdió la oportunidad de recordar a muchos de los fieles que lo importante de estos días no son los petardos, el paraguas y el mezclaico, sino tener en cuenta "el buen suceso", la entrega de Cristo por amor a los hombres, según explicó durante la homilía.

"Que gane el Barça es un buen suceso, que el Madrid haya empezado bien la temporada también. Pero son sucesos perecederos", apuntó el joven párroco de la vecina localidad de Biar. La conclusión de su sermón fue clara: "Si nos vamos de esta eucaristía sin renovar la fe, habremos tocado el violón", alertó.

De esta manera, el sacerdote invitado completó una homilía enfocada a colocar la venida de Jesucristo como el suceso más importante en la historia de la humanidad, a la vez que trató de señalar a la sociedad del ocio y la información como los responsables en parte de desvirtuar lo que es "realmente importante".

El acto religioso de ayer contó una vez más con las excelentes voces de la Coral Polifónica de los Santos Patronos y con la presencia de las autoridades civiles de la localidad y representantes de la Diputación.

Tras el canto del villancico al Cristo del Buen Suceso, la eucaristía dio paso a los avisos y bendiciones finales. En ese momento, el párroco de Santa Ana decidió rectificar sobre las sobredimensionadas cifras de audiencia que dio el día anterior. "Lógicamente, 750.000 eran las visitas totales a la página desde que se abrió. Internautas viendo la misa fueron 3.000" explicó el cura, entre divertido y sonrojado.