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a emblemática casa de la familia Ferrández Cruz en la carretera de Alicante, conocida como "Villa María Ana" se convertirá en un hotel exclusivo, una vez sea restaurada, según el proyecto del empresario ilicitano Pascual Ros, que adquirió el inmueble hace dos años con la intención de transformarlo en un hotel exclusivo, tal y como anunció ayer TeleElx.

La rehabilitación del edificio se hará respetando al máximo el inmueble original y se utilizará para ello la documentación de la que se dispone sobre un inmueble singular, del que se tratarán de respetar el máximo de elementos posibles.

La casa, una construcción de unos 500 metros cuadrados de superficie construida, se levanta en una parcela de 40.000 metros cuadrados que se quiere acondicionar como jardines para realzar la singularidad de la construcción cuya fecha de apertura al público no está fijada todavía y dependerá de cuándo concluyan los trabajos de restauración del edificio. La idea de la familia Ros, propietaria de la finca en la actualidad, es la de acondicionar los terrenos, de manera que permitan la organización de todo tipo de eventos y celebraciones.

Otro de los elementos emblemáticos de la construcción es el torreón, que cuenta con unas impresionantes vistas que alcanzan hasta Santa Pola y buena parte de la Serra Grossa.

El inmueble, pese a estar abandonado casi medio siglo, ha conservado su innegable estilo arquitectónico. No en vano, la casa fue reformada en la década de los años 40 y todavía conserva, al parecer, algunos detalles de los anteriores propietarios, Diego Ferrández y Ana Cruz.

El porte y dimensiones de la construcción ha hecho que haya sido objeto y análisis técnico por parte de estudiantes de arquitectura técnica de la Universidad de Alicante, así como que haya estado incluida en el catálogo de edificios protegibles del Ayuntamiento ilicitano.