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on la ilusión de volver al mundo universitario después de 20 años y, además, con la oportunidad de hacerlo en una institución relativamente nueva como es la UMH, Milagros García, la vicerrectora de Relaciones Internacionales e Institucionales, viene cargada de proyectos. Madrid, Reino Unido, Estados Unidos, la Universidad de Alicante y la Organización Mundial de la Salud, en su sede en Bruselas y durante 16 años, han sido lugares donde ha dejado huella por su trabajo. ¿Qué le ha llevado a aceptar este puesto?

Me gusta realmente construir cosas, me gustan más los retos que la continuidad y creo que la Universidad tiene muchas posibilidades, está abierta a introducir otros conceptos.

¿Qué objetivos tiene?

Fundamentalmente facilitar la movilidad de los estudiantes Erasmus y de otros programas, darles difusión, apoyarles con los idiomas, ayudar en lo posible en la gestión administrativa aprovechando las nuevas tecnologías. Y lo estamos consiguiendo. La nueva edición Erasmus se ha convocado de distinta manera, vía web, casi sin tener que acudir a la Oficina de Relaciones Internacionales. También hemos apoyado las becas Vulcanus en Japón y estamos poniendo en marcha las Erasmus Mundus, más allá de la fronteras europeas, sobre todo para abrirnos a Latinoamérica, norte de África, India, China...

¿Qué cambios internos ha tenido que realizar?

Hemos reestructurado el Vicerrectorado, ya que nuestra misión es favorecer, apoyar y facilitar la internacionalización de la UMH en todos los aspectos. Por eso, hemos cambiado la Oficina de Relaciones Internacionales por la Oficina de Movilidad, donde se tramitan las distintas becas. Además hemos pasado a asumir los programas de cooperación y, para eso, vamos a coordinarnos con la Generalitat, el Gobierno central y con los países abiertos a la cooperación internacional.

¿Y qué otros cambios va a notar el alumnado?

Buscamos introducir una buena enseñanza del inglés, que es, creo, un gran problema de los estudiantes, pero también de los españoles en general. Tenemos que buscar estrategias en este sentido, no sólo para ofrecer cursos a los alumnos de los cuatro campus, sino también para el PAS y el PDI. Ahora mismo tenemos cuatro niveles de inglés distintos y queremos que el nuevo sistema esté listo para el año próximo. Entre las iniciativas barajamos la posibilidad, por ejemplo, de que en Altea jubilados de otras nacionalidades reciban clases de pintura por parte de los alumnos de Bellas Artes y, a su vez, éstos practiquen con sus idiomas. O diseñar ciclos de cine en lenguas y con temas que les puedan interesar a los estudiantes. También queremos montar una parte de las bibliotecas donde estén disponibles DVDs, libros o cursos que se puedan hacer por ordenador. El objetivo es que el alumno salga con un buen nivel de inglés. También estamos intentando cerrar convenios con universidades americanas y de Australia, ya que las instituciones británicas son muy cerradas puesto que toda Europa acude a ellas.

¿Van a potenciar las becas para el extranjero?

En las becas Erasmus sigue habiendo problemas económicos y de conocimiento de inglés para salir, aunque tampoco creo que representan un impedimento real porque el que quiere salir sale. Es más una cuestión de mentalidad y los profesores nos dicen que notan mucho los alumnos que han estado en el extranjero El objetivo es facilitarles y apoyarles en la salida y, para eso, también están los cursos de idiomas, las convalidaciones, la selección de las distintas asignaturas y la falta de trabas en la gestión administrativa. Un Erasmus cobra de Europa 135 euros al mes, la UMH pone una cantidad que varía y se reparte en función del número de estudiantes becados, el Consell da dinero pero él selecciona a los que beca, y el Ministerio de Educación aporta 100 euros. Pero otro de los objetivos a largo plazo es que no sólo salgan de la UMH al extranjero, sino que alumnos y profesores de otros países vengan aquí. En este sentido, estamos diseñando un programa de captación de alumnos que va desde los de grado a los de posgrado.