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oco más de 24 horas después de que realizara las declaraciones dejando abierta la posibilidad a la rehabilitación de los bloques de viviendas en el barrio de San Antón, el concejal de Urbanismo, Alejandro Pérez, rectificaba y hablaba en la tarde de ayer claramente y de manera explícita de "renovación urbana", que ya no quedaba condicionada al resultado del estudio que ha sido encargado por Pimesa en el barrio. "Ese estudio es el paso previo y necesario para el inicio de las obras. Nos va a permitir conocer el estado de los edificios para confirmar que la solución adecuada para el barrio es la renovación urbana", declaró el concejal del PSOE, quien, a diferencia del día anterior, compareció con anterioridad a que se celebrara la reunión con la Asociación de Vecinos de San Antón y con representantes de la empresa que hará el estudio.

El concejal justificó la necesidad de invertir cuatro meses y 360.000 euros en estudiar la estructura de los edificios, que ayer admitió que serán demolidos -"tiene el 99% de probabilidades de que sea la consecuencia del estudio"-, en que "es importante para el Instituto Valenciano de la Vivienda conocer la situación para establecer un orden de prioridades en las actuaciones para empezar por los bloques que están más degradados. También es prioritario ordenar los trabajos de mantenimiento que sean necesarios para que los vecinos vivan en condiciones mientras duran los trabajos, que pueden ser cinco o seis años". Para el edil, "360.000 euros es un coste importante, pero nos quedamos tranquilos de que los vecinos están con garantías en sus casas y eso no tiene precio".

En ayuda del concejal acudió el gerente de la empresa municipal Pimesa, Antonio Martínez, quien le mostró el documento del plan nacional de la vivienda en el que se indica que el Ministerio de la Vivienda exige un estudio del estado de los inmuebles para poder acceder a las ayudas en concepto de renovación urbana. "Es un motivo más para hacerlo", dijo entonces Pérez, añadiendo que "la propia lógica dice que antes de iniciar las obras hay que conocer cómo están las casas".

Sobre el cambio dado en su postura, Pérez dijo que "soy dueño de mis propias palabras y, básicamente, lo que dije ayer es lo mismo que digo hoy".