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n grupo de alumnos del Instituto Joanot Martorell de Elche ha decidido también denunciar públicamente una serie de acciones y comportamientos por parte del actual equipo directivo que, a su juicio, están recortando las libertades y derechos de los propios estudiantes.

Si hace dos semanas era la Junta de Personal Docente no Universitario de la provincia la que se hacía eco y difundía una situación de malestar manifestada por al menos un tercio de los profesores del mencionado instituto contra el actual equipo directivo, esta semana han sido estudiantes de segundo del Bachillerato de Humanidades los que daban a conocer situaciones y normas, en su opinión, antidemocráticas.

El grupo de estudiantes asegura, a través de un escrito, que desde la dirección de este instituto público se dice a los alumnos cómo deben o no vestir, se ha prohibido el uso de las instalaciones deportivas fuera del horario lectivo, e incluso que, según llegan a afirmar, "se acabó el derecho de elegir asignatura alternativa a la religión. En el IES Joanot Martorell sólo se impone la religión católica por decreto directivo (...);. Bajo el pretexto de que no hay suficientes profesores para dar otras optativas, no es extraño encontrar alumnos que no han elegido religión y que tienen que recibirla".

Aseguran además que tienen un horario distinto al del resto de institutos ya que el director "cambió el horario que el consejo escolar había aprobado en sesión ordinaria sin contar con éste. Ahora entramos a las 7.55 y si alguien entra más tarde de las 8.02 ya no puede entrar a ninguna clase".

Entre la larga lista de denuncias, el grupo de estudiantes, en su mayoría de 17 y 18 años, expone también que los alumnos de primero y segundo de Bachillerato, edad en la que ya se ha rebasado la escolarización obligatoria, "tienen que estar encerrados en clase y vigilados por los profesores de guardia cuando el que tenía que impartir la asignatura ha faltado".

En el comunicado también se critica que los aseos y las salidas de emergencias permanezcan cerrados, al tiempo que se señala que "lo más grave es que ninguna de estas medidas se han tomado de una manera "medianamenteý democrática, es decir, con el respaldo del consejo escolar. Estas normas se han impuesto de manera unilateral y totalmente antidemocrática".

Asimismo se añade que "se nos estereotipa a todos como unos irresponsables, en palabras textuales del director, "a los que hay que aplicar mano dura porque no conocen otra respuesta que la represión"".

El comunicado del conjunto de alumnos ha sido respaldado tanto por el Sindicato de Estudiantes como por la Asociación de Madres y Padres de Alumnos. Desde la AMPA se ha expresado además que "apoyamos al alumnado y no permitiremos ninguna actitud de represalia contra los estudiantes que están ejerciendo sus derechos con educación y respeto". La AMPA ha manifestado también que de momento inspección de la Conselleria no se ha puesto en contacto con este órgano para recabar información sobre lo que está sucediendo en el centro.

Este diario ha contactado con el equipo directivo del centro y de momento ha declinado manifestarse al respecto a raíz de las acusaciones que desde hace dos semanas se vierten sobre su gestión.