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a Estación Phoenix está redactando un protocolo para el saneamiento mecánico de palmeras infectadas en un estadio inicial por la plaga de picudo rojo. El documento es resultado de la experiencia desarrollada en una finca de Marbella y se enmarca dentro de la estrategia de control integrado recomendada por la comunidad científica internacional.

El protocolo explicará cómo limpiar la palmera de picudo en el caso de que la plaga no se haya extendido y el ejemplar sea todavía recuperable. En el caso de la palmera datilera, el insecto ataca por los hijuelos, mientras que en la canariensis entra al tronco por las ramas. Su eliminación es posible mediante la técnica descrita y la palmera atacada es recuperable, según se ha demostrado en las experiencias realizadas.

El citado protocolo será publicado en breve en las ediciones española y francesa de una publicación especializada en plagas denominada Fitoma y fue explicado, con demostración incluida, por los responsables del centro de investigación ilicitano a los técnicos de sanidad vegetal de Turquía durante una reciente visita efectuada a una serie de municipios afectados por la plaga.

En otro artículo que publicará en breve la revista técnica Jardinería Profesional se apunta que la aplicación de esta técnica permitirá "salvar palmeras de dominio público o privado de valor patrimonial, paisajístico, medioambiental y económico considerable para numerosas ciudades de la costa española, italiana o francesa".

Para evitar la propagación de la plaga, la normativa valenciana vigente establece la destrucción de cualquier palmera infectada sea cual sea su nivel de afección. Esta es la única región española que aplica esta drástica medida. El resto de comunidades autónomas y países europeos no contemplan ni destrucción ni estrategias de control, lo que está propiciando la expansión del picudo ya que las palmeras infectadas acaban actuando como foco dispersor de la plaga.

En opinión de los científicos del centro de investigación ilicitano, la salvación de palmeras "reduciría mucho los costes de intervención ya que el saneamiento de una palmera infectada cuesta mucho menos que su eliminación".

Además, se conseguiría "la plena colaboración del dueño en la actividad de detección ya que sabe que, si se detectan a tiempo los síntomas de la presencia del picudo, la palmera se podrá probablemente salvar".

Los científicos consideran que la cooperación entre los dueños y la Administración es fundamental para frenar el avance de la plata, pero reconocen que en la Comunidad Valenciana, "con la medida de destrucción sistemática acompañada en los viveros de la inmovilización de todas las palmeras de alrededor, la mayoría de dueños han parado de avisar a los servicios de Sanidad Vegetal el descubrimiento de nuevas palmeras dudosas. Este comportamiento, muy comprensible, es desastroso. Impide la aplicación del conjunto de medidas urgentes que se deben de adoptar cuando se detectan nuevas palmeras infectadas".

El equipo de la Estación Phoenix considera que el aspecto económico puede resultar decisivo para que las Administraciones públicas acepten el saneamiento "ya que tienen la responsabilidad de la introducción y la dispersión de esta plaga y no aceptan la indemnización de las palmeras que eliminan ni tampoco los gastos correspondientes a los tratamientos preventivos realizados por los dueños".