Rafael Calvo explicaba ayer que los cambios pretendidos por el comisario de Comercio de la UE, Peter Mandelson, para aplicar en los procedimientos "antidumping", que se recogían en el llamado "Libro verde" de Mandelson, "han contado con la oposición de España, Italia, Francia, Portugal y Alemania, mientras que otros la apoyaban. Esta reforma tiene su origen, ni más ni menos, que en la presión que han ejercido las grandes multinacionales que fabrican calzado en China y que, lógicamente, se ven afectadas por los aranceles", indicó.

Peter Mandelson declaraba anteayer, según recogía Europa Press, que "no podemos obligar a la gente a llegar a un acuerdo y no queremos consolidar los desacuerdos. Los problemas de la toma de decisiones en algunos casos de defensa comercial continuarán planteándose en ausencia de una reforma".

La Confederación Europea del Calzado se ha opuesto desde el principio a la reforma planteada por Mandelson por considerar que los instrumentos de defensa comercial tienen una naturaleza estrictamente técnica y que su único objetivo es restablecer unas condiciones de competencia leal en el mercado y no actuar como un elemento proteccionista.

Tal y como publicaba este periódico anteayer, en el periodo de 2002 a 2006 (años de crisis en la manufacturera); las importaciones de calzado en general se han llegado a triplicar, registrándose un aumento acumulado del 183 por ciento.