L a Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil procedió ayer a recabar los datos necesarios para elaborar el correspondiente informe sobre el suceso que el pasado miércoles protagonizó un helicóptero cuando se precipitó, con tres ocupantes a bordo, sobre un huerto de naranjos en la partida ilicitana de Asprillas, tras realizar una aterrizaje forzoso.

Según fuentes de Aviación Civil, el miércoles se desplazaron dos técnicos desde Madrid para tomar nota de todas las lecturas que quedan registradas en el aparato aéreo, lo que se puede considerar como «caja negra», a fin de poder esclarecer las causas del accidente que se saldó con tres personas heridas.

Fuentes próximas a AENA indicaron ayer que al parecer la aeronave, propiedad de TAF Helicopters, con sede en Sabadell, había sido contratada por una compañía eléctrica para realizar una filmación sobre el mantenimiento de líneas eléctricas. En un momento dado, el helicóptero sufrió una pérdida de potencia y se investiga si esto sobrevino cuando se encontraba a una altura de unos 30 metros.

Un portavoz de TAF, que también ha desplazado a Elche personal propio, señaló ayer que el piloto realizó la maniobra correcta en estos casos en cuanto fue consciente de que había un problema, para añadir que la empresa se iba a hacer cargo del aparato una vez Aviación Civil terminara con la recopilación de datos sobre el terreno.

Mientras tanto, la Policía Nacional ha estado custodiando el helicóptero que ha permanecido inmovilizado hasta que los expertos de la comisión de investigadores concluyeran su labor. Una vez con toda la información en la mano, los expertos iban a regresar a Madrid para estudiar los datos y elaborar su informe.