L a red de distribución del Segundo Canal se terminó durante el primer semestre de 2006, pero aún no se había podido probar debido a la falta de agua para uso agrícola. Las últimas aportaciones recibidas a través del Trasvase Tajo-Segura van a permitir a la Comunidad de Riegos de Levante hacer realidad este proyecto.

Desde hace unas semanas, los técnicos de la comunidad están revisando cada uno de los 2.500 contadores y dando servicio a la red por tramos y ramales para detectar eventuales fugas en la red. El número de contadores deteriorados y localizados hasta el momento es mínimo y obedece fundamentalmente al impacto de vehículos.

Las fugas en la red se corresponden con obras realizadas con posterioridad. Es el caso de la mejora de la carretera de Asprillas realizada por la Diputación, según explica el presidente de Riegos de Levante, Manuel Serrano.

Uno de los inconvenientes ha aparecido en el pantano de Crevillent que, siendo propiedad del Estado, sirve de embalse regulador para Riegos de Levante y se encuentra en la cabecera

En la actualidad, el agua embalsada llega a los 7 hectómetros, pero los regantes confían en poder alcanzar los 12 cuando se reciban los caudales correspondiente al último reparto de agua aprobado.

La fecha es el 1 de diciembre, a lo sumo el 2, si aparece algún inconveniente. Pero para los primeros días del último mes del año, los agricultores de este canal deben de empezar a recibir regularmente los caudales a través de un red que distribuye el agua a presión y de acuerdo a la necesidades de sus explotaciones agrarias.

Durante la fase de pruebas, los comuneros ya han tenido la oportunidad de comprobar alguna de las bondades del sistema. «A mi me quedaban 10 horas de agua por servir y por la nueva red se han convertido en 12», explica Serrano. El aumento se justifica por la reducción de pérdidas de agua respecto a la anterior red de canales al aire libre. «Creo que la gente que ha empezado a recibir el agua se ha dado cuenta de que esto funciona y que funciona muy bien», añade.