Los hechos han sido plenamente reconocidos por la detenida tanto en las diligencias policiales previas como ayer en el juzgado, según confirmó este periódico. Los investigadores han contado con muy pocos datos para poder resolver el caso, lo que ha supuesto que hayan tardado un mes para resolverlo. Ha tenido especial importancia en las pesquisas la pinza del cordón umbilical con la cual aún fue encontrado el pequeño por un vecino, que le salvó de una muerte segura.

Las diligencias se enviarán ahora a Valencia porque los hechos ocurrieron en esta ciudad, donde la mujer será juzgada. La magistrada tenía previsto ayer mismo inhibirse de las actuaciones en favor del juzgado-decano de Valencia. Los investigadores le imputan un delito de homicidio frustrado porque el bebé pasó toda la noche a la intemperie, acostado sobre una sábana blanca y con las piernas cubiertas por una toalla. Un vecino de la zona se encargó de descubrirlo a las 7.50 horas entre unos arbustos de la calle Doctor Oloriz. A la detenida también se le acusa de un delito de abandono de familia.

Frialdad La mujer, de nacionalidad venezolana, declaró ayer ante la magistrada y, con frialdad, según fuentes judiciales, reconoció haber abandonado a su retoño en la capital del Turia horas después de recibir el alta en el hospital de Elche donde había dado a luz. El parto había sido tan sencillo que la mujer no tuvo problemas en coger un autobús hasta Valencia con la única intención, según reconoció, de abandonar al pequeño. Ayer declaró que «no quería tener más hijos» como único motivo para su acción, según las fuentes consultadas por el diario, aunque no consta que tenga otros niños a su cargo en Crevillent.

Entre trapos El pequeño se salvó gracias a un vecino de la zona y al propietario de una cafetería que se encargó de darle calor con varios trapos de cocina hasta la llegada de una ambulancia. Según explicó el vecino que lo encontró, el pequeño «estaba helado pero no lloraba». El niño se durmió entre sus brazos y una ambulancia se encargó minutos después de trasladarlo a la unidad de Neonatos del Hospital General de Valencia.

El pequeño había sido bien alimentado durante las primeras horas de vida, según los pediatras que lo vieron, lo cual permitió que pudiera sobrevivir al frío hasta que fue descubierto.