L as interpretaciones libres que sobre el busto de la Dama de Elche realizaron varios artistas ilicitanos llenaron hace un año de color las calles y plazas de Elche. El 1 de noviembre del pasado año el busto original regresó al Museo Arqueológico Nacional en Madrid y las esculturas de casi cuatro metros de altura y unos 75 kilos de peso cada una de ellas fueron retiradas de la vía pública, a excepción de la Dama floral que se encuentra a la entrada del Parque Municipal.

A partir de ese momento, de las siete Damas artísticas nada más se supo y pese a que en diversas ocasiones se ha planteado que se encontraban almacenadas, primero, en el edificio del antiguo Matadero y, después, en las dependencias del área de Mantenimiento, esto no ha podido ser comprobado. El anterior concejal de Cultura, José Manuel Sánchez, planteó la posibilidad de recuperar para la vía pública la presencia de las esculturas de fibra de vidrio, pero no pasó de ser una cuestión en estudio por la que discurrían las semanas sin que se concretara nada al respecto.

La ubicación y estado de las siete damas artísticas parece haberse convertido en un enigma del que sólo están al tanto unos pocos iniciados, algunos de los cuales han confirmado a este diario que la práctica totalidad de las esculturas se ha perdido. Las fuertes rachas de viento que se registraron hace unos meses se apuntan como la causa del deterioro de las mismas, asegurando que las damas estaban resguardadas en unos almacenes que no han sido especificados

El turbulento destino de las siete damas artísticas no deja de asombrar, ya que las damas resistieron la dureza de la vía pública y varios traslados durante cinco meses sin apenas un rasguño y su final se ha producido cuando, precisamente, se supone que se encontraban a buen resguardo por parte del Ayuntamiento de Elche que financió, junto con empresas, la realización de unas obras que elaboró el escultor José Manuel Tomás y sobre las que trabajaron artistas como Eutiquio Estirado, Albert Agulló, Andreu Castillejos, José Vicente Leguey, Pepa Ferrández, Juan Llorens y el grupo de grafiteros PornoStar, integrado por Raúl Gandolfo y Javier Motos, algunos de los cuales se han venido preguntando a lo largo de los últimos meses el porqué el Ayuntamiento no aprovechaba para espacios públicos las esculturas que habían recreado en torno a la presencia en la ciudad de la Dama de Elche, un evento cultural que generó una gran expectación no sólo en la ciudadanía y el comercio, sino también en los colectivos culturales locales y, especialmente, entre algunos artistas ilicitanos.