L os vecinos de la pedanía ilicitana de Ferriol se han visto sorprendidos con el inicio a finales del pasado mes de agosto de los primeros trabajos de movimiento de terrenos rústicos para la ubicación, acondicionamiento y montaje de un vertedero controlado de residuos no peligrosos perteneciente a la empresa Urbaser, concesionaria del servicio de limpieza y recogida de la basura de Elche.

Pese a que el proyecto del vertedero cuenta con las pertinentes autorizaciones del Ayuntamiento de Elche y de la Conselleria de Territorio y Vivienda, los vecinos se quejan de que tal proyecto no haya sido publicitado suficientemente y que se haya abordado «con un total oscurantismo», según indicaba la presidenta de la asociación de vecinos de Ferriol, María Asunción Bru. Asimismo, otro vecino de la zona, Manuel Marhuenda, indicó que «han actuado con premeditación y alevosía; cuando estábamos de vacaciones y sin darnos tiempo a reaccionar. De pronto nos dimos cuenta de que estaban cortando árboles, incluso algunos olivos centenarios, allanando terrenos y ocupando una finca de unos 60.000 metros cuadrados que Urbaser había comprado previamente. Dicen que es un vertedero para residuos no tóxicos, pero hay viviendas a escasos cincuenta metros y mucho nos tememos que vamos a tener que sufrir las consecuencias de malos olores», comentaba.

Urbaser solicitó en julio de 2004 la autorización a la Conselleria de Territorio y Vivienda para la instalación del citado vertedero de residuos no peligrosos, acompañando un informe de «compatibilidad urbanística del Ayuntamiento de Elche», según se indica en la resolución de la Dirección General de Calidad Ambiental del pasado mes de marzo en la que se otorga a la empresa el permiso para ejecutar el proyecto.

La documentación se sometió a información pública durante treinta días en diciembre de dicho año sin que se presentaran alegaciones ni ante el Ayuntamiento ni en la Conselleria. Sin embargo, los vecinos dicen que no tuvieron acceso a dicha información ni nadie les comunicó nada sobre dicho trámite administrativo. «Todo se ha hecho con mucho sigilo. Nosotros no somos técnicos, pero no tenemos claro que se pueda construir un vertedero de residuos en una zona con dos vertientes de un barranco próximo, donde existe un yacimiento de agua y una conducción de la Comunidad de Regantes de San Pascual. Yo tengo los derechos adquiridos para el uso del agua de ese nacimiento y voy a tener que iniciar ya acciones legales para defender mis derechos», señalaba Manuel Marhuenda.

Junto a los barrancos, las zonas de cultivos y aguas subterráneas son otros de los argumentos esgrimidos por los vecinos. La presidenta de la asociación también sacó a relucir problemas con el acceso de los camiones de Urbaser a la zona del futuro

María Asunción Bru acusó, además, al Ayuntamiento de haber actuado «a la ligera y haber dado un permiso sin haber estudiado a fondo las circunstancias de la zona donde está actuando Urbaser».