C ariño, mucho cariño. Eso es lo que sobre todo se desprendía ayer en el acto que, a modo de homenaje pero sin perder de vista la vertiente cultural, didáctica y amena, se organizó por la tarde en el colegio público Miguel de Cervantes. Los alumnos de todos los cursos, desde Infantil hasta sexto de Primaria, salieron al patio para protagonizar unos momentos con los que de un modo particular querían expresar que el espíritu del entrañable Pep Sempere continúa en el centro.

Sobre las 16 horas, y sobre una improvisada tarima, fueron pasando numerosos niños: unos con dibujos y pinturas; otros recitando poesías; los más mayores, entonando algunas canciones. Lecturas de Federico García Lorca, Juan Ramón Giménez o Antonio Machado se trajeron a colación en un encuentro al aire libre en el que quisieron estar, además de los profesores y padres, ex alumnos de Pep, al cual le dedicaron una poesía en valenciano.

El claustro de docentes también dirigió unas palabras a su apreciado compañero a través del director, Vicent Estrada: «Amb aquest acte que festegem aquesta calorosa vesprada del mes de maig quan ara fa un any de la seua mort, volem dibuixar, moguts per l$27amor i un sentiment que ens percut dolorosamente el cor, volem pintar, dic, un modest homenatge al mestre Pep Sempere, l$27esperit del qual perviu en la pell de molts de nosaltres com un record agradable d$27esperances i utopies».

Éste fue un fragmento de la alocución que se dirigió a los presentes, al tiempo que se anunciaba que la mediateca del colegio iba a llevar a partir de ahora el nombre de Pep, de la que no fue creador pero sí uno de los principales responsables de que fuera a más. Como también fue responsable de defender el uso del valenciano, y de hacer pervivir la Escola d$27Estiu, y de tender hacia la utopía... Su legado, su recuerdo, fue rememorado ayer justamente por sus amigos quienes estuvieron acompañados de una hermana de Pep, su esposa y su hijo.