El chopo de Elche estará en el Real Jardín Botánico de Madrid

La iniciativa particular del aficionado a los bonsáis Pepe Ferrando, que ha contado con la colaboración del Ayuntamiento ilicitano, servirá para establecer dos plantones de la singular especie en el centro de la capital de España

Pepe Ferrando junto al ejemplar de chopo ilicitano de la Glorieta de Elche

Pepe Ferrando junto al ejemplar de chopo ilicitano de la Glorieta de Elche / INFORMACIÓN

Uno de los mayores símbolos de la identidad natural ilicitana estará presente en pocas semanas en el Real Jardín Botánico de Madrid, que en 1755 ordenó crear Fernando VI. El chopo de Elche, chopo ilicitano, Populus euphratica o Populus illicitana, contará con su espacio en el complejo biológico-paisajístico más popular del centro de la capital de España gracias a la iniciativa particular. En concreto, a través a la idea de Pepe Ferrando, conocido aficionado a los bonsáis desde hace más de 40 años y que en 2021 publicó un libro sobre los secretos del singular ejemplar de Elche.

Con el apoyo del Ayuntamiento, Ferrando, que ha conseguido convertir en un centenar de ocasiones el preciado arbusto en un bonsái, se puso en contacto con miembros del Jardín Botánico de Madrid. "Estoy enamorado del chopo ilicitano y veía muy interesante que algún ejemplar pudiera estar en el que considero el jardín más importante de España", explica el autodidacta, que siempre ha cultivado su afición de forma autodidacta, "sin internet, porque no me gusta nada, sólo con revistas y libros", apunta.

Un empleado de la entidad botánica visitará próximamente el ayuntamiento ilicitano para recibir dos plantones de chopo ilicitano que ha conseguido sacar adelante Pepe Ferrando en su terraza. "No es fácil" esta tarea. "Es un árbol delicado y hay que transpartarlo entre febrero y primeros de marzo", señala el que fuera en su día creador de la Asociación de Bonsáis de Elche.

Pepe Ferrando junto al ejemplar de chopo ilicitano situado en la Glorieta de Elche

Pepe Ferrando junto al ejemplar de chopo ilicitano situado en la Glorieta de Elche / INFORMACIÓN

Hace unos ocho años fue uno de los organizadores de la exposición de miniárboles que contó con más de 5.000 visitas en el Palacio de Altamira. Ya jubilado, es un entusiasta del chopo autóctono, del que, asegura, "quedan muy pocos ejemplares. Los de la Acequia Mayor del Pantano se están perdiendo. Están en muy mal estado. Contamos con el espectacular de la Glorieta, en el Parque Municipal habrá una decena y alguno más en el Hort del Monjo. Junto al hotel Huerto del Cura hay tres o cuatro. No llegamos a los cien y es necesario protegerlos al máximo".

La primera vez que convirtió un chopo en bonsái fue en 2002. Ha dado más de 100 clases de cómo cuidar los pequeños ejemplares y, en los suyos, "trato de que el tronco no sea recto, tenga un poco de curva, de movimiento. En concreto, los bonsáis de chopo ilicitano suelen ser parecidos a los árboles, son un poco llorones, pero puedes conseguir que tengan otras formas". Pepe Ferrando regalará al responsable del Jardín Botánico de Madrid un ejemplar en miniatura "y lo invitaré a comer arroz con costra", porque para este aficionado al arte del bonsái "es muy importante que nuestros símbolos trasciendan".

El chopo ilicitano

Ferrando se hace eco de una noticia reciente que afirma que el chopo ilicitano está presente también en Abanilla. "Debe ser que alguien regaló a una persona de aquella zona algún plantón, pero originariamente sólo se había visto en Elche en todo el territorio europeo", aclara. El Populus euphratica es una especie de la familia de los chopos endémica del este de Asia (Euphratica alude a la región del río Éufrates), pero introducida en la estas latitudes y muy arraigada en Elche en particular. Se cree que fue introducida por los musulmanes en el norte de África y el sur de España. Pertenece a la familia de las salicáceas, árboles y arbustos generalmente de ribera, que comprende alrededor de 300 especies.

Detalle del ejemplar de chopo ilicitano de la Glorieta de Elche

Detalle del ejemplar de chopo ilicitano de la Glorieta de Elche / INFORMACIÓN

Este arbusto se caracteriza por su resistencia a suelos secos y salinos, pero también se desarrolla en perfectas condiciones en suelos que se encharcan alguna vez al año. En Asia Central habita en lugares con escasas precipitaciones, como en Elche.

De tronco robusto y retorcido, puede alcanzar los 15 metros y una de las cosas que más llaman la atención de esta especie es que tiene varios tipos distintos de hoja. "Como podemos ver en el ejemplar de la Glorieta, si nos fijamos, podemos apreciar hojas más redondeadas, otras que acaban en punta, incluso en forma de rombo y con dientes". Las hojas suelen aparecer en febrero o marzo y caen en diciembre o enero. También es muy característica su flor, que se parece al algodón. Es un árbol precioso", destaca el aficionado.