Elche ha puesto nombres ilustres a decenas de palmeras sin que haya dos carteles iguales

El Parque Municipal ofrece al visitante una variopinta imagen de dedicatorias que con el paso de los años se han convertido de un sonoro concierto de colores, tipos de letra, tamaños y alturas sin que existan registros ni datos del porqué ni del cuándo se acordaron

Una joven pasea por el Parque Municipal de Elche entre carteles de todo tipo

Una joven pasea por el Parque Municipal de Elche entre carteles de todo tipo / Áxel Álvarez

M. Alarcón

M. Alarcón

Dicen que no existen dos copos de nieve iguales, como tampoco hay dos palmeras que lo sean y se podría añadir que ni mucho menos dos carteles conmemorativos en Elche de los que durante años y por docenas las distintas corporaciones municipales han utilizado para dedicar, glosar, recordar o premiar la memoria de personajes ilustres, muchos de ellos eran visitantes a la ciudad, aunque también llevan el nombre de queridos compañeros de política desaparecidos, colectivos profesionales y sociales o incluso fechas, como la propia declaración por la Unesco del Palmeral de Elche como Patrimonio de la Humanidad.

El Parque Municipal de Elche

El Parque Municipal de Elche / Áxel Álvarez

Lo único cierto es que no existe ningún tipo de protocolo municipal, al menos hasta ahora, que regule esta especie de distinciones municipales, como tampoco la colocación de monumentos, que se han acordado sencillamente por las respectivas juntas de gobierno a propuesta de algún grupo político o concejal sin que detrás hayan tenido muchas veces un gran respaldo ciudadano o, incluso, del resto de formaciones que incluso han hecho mutis por el foro y no han acudido o siquiera se les ha consultado su parecer. 

Carteles en palmeras del Parque Municipal de Elche

Carteles en palmeras del Parque Municipal de Elche / Áxel Álvarez

Bosque único

Desde que llegara a la Alcaldía el popular Pablo Ruz, en junio de 2023, ha hecho lo que la mayoría de sus antecesores. Pocos lugares de Elche son tan idóneos para un reconocimiento, si se quiere que perdure, como las miles de palmeras que forman parte de este bosque único. Cierto es que algunos regidores fueron menos dados a este tipo de actos, entendiendo que tenía que ser por una causa tan especial que pasaron mandatos enteros sin colgar un solo cartel.

Dos carteles de aspecto distinto en el Parque Municipal de Elche

Dos carteles de aspecto distinto en el Parque Municipal de Elche / Matías Segarra

Nuevas generaciones

En el otro extremo, otros regidores, como fue el caso de Alejandro Soler, se les quedó tan pequeño el Parque Municipal que decidieron, con una idea que visto el paso del tiempo no ha sido lo ideal, dedicar palmeras a cada nueva generación de ilicitanos en parcelas previamente acondicionadas en las inmediaciones del Hospital del Vinalopó o del nuevo Altabix.

Al final, la falta de cuidados (aunque en teoría debían ser las familias de los propios nacidos los que de algún modo tenían el compromiso de cuidar un ejemplar nacido el mismo año que estos) ha terminado por ser un mal ejemplo que, además, nada tiene que ver con las iniciativas que se han llevado a cabo en el Parque Municipal por las respectivas corporaciones.

Las colocación de placas se aprueba en junta de gobierno sin que exista una homogeneidad entre colores, formas o letras

Uno de los carteles que ni se puede leer

Uno de los carteles que ni se puede leer / Matías Segarra

Un paseo

Lo cierto y verdad es que un paseo por este inmenso jardín urbano, que ahora va a crecer porque va a abrir sus puertas el Hort del Xocolater anexo tras un acuerdo con la Fundación Mediterráneo, demuestra cómo el cariño demostrado en el acto que sirvió para colocar la dedicatoria por un palmerero profesional, muchas veces escuchando en directo tocar a un grupo de cuerda, es inversamente proporcional a la imagen, incluso grotesca, que ofrece el conjunto de placas, de todo tipo, material, tamaño y color, colocadas muchas de ellas a distinta altura y de las que, en un buen número, es prácticamente imposible de leer a quién está dedicada.

Un cartel, con letra minúscula, imposible de leer desde la base de la palmeral

Un cartel, con letra minúscula, imposible de leer desde la base de la palmeral / Matías Segarra

Efeméride

Hay diversos tipos de letras, en algunas la fecha de la efeméride y las hay de todo tipo de tamaño, alguna microscópica. Nada que dignifique el conjunto. De hecho, muchas incluso están rotas o se han quedado borradas de forma parcial o total por el paso del tiempo, ya bien sea por el sol o por las lluvias, por lo que han terminado por convertirse en triste colgajo colgado de lo que se considera un patrimonio de la ciudad y en el que ni siquiera se puede leer el nombre del dignificado.

Una joven pasea entre carteles en el Parque Municipal de distinto estilo

Una joven pasea entre carteles en el Parque Municipal de distinto estilo / Áxel Álvarez

Las últimas

La última palmera dedicada en Elche fue para el Colegio de Graduados Sociales y, un mes antes, para el edil Juan Antonio Alberdi, el pasado mes de enero, cuando se cumplía un año de su fallecimiento. Los concejales de Vox, formación de la que formó parte el anterior mandato y hasta su muerte, eligieron una muy erguida, de diez metros de altura, junto al templete y el palomar y donde, si uno se detiene a contemplar el paisaje, hay mucha más cartelería dedicada, pero que apenas se aprecia como un conjunto. En el bosque que supone pasear por el Parque Municipal las palmeras ya pasan desapercibidas, así que los carteles siendo tan dispares, bastante más.

El alcalde de Elche y concejales, con el Colegio de Graduados Sociales, el último colectivo en ser distinguido, el pasado febrero

El alcalde de Elche y concejales, con el Colegio de Graduados Sociales, el último colectivo en ser distinguido, el pasado febrero / Matías Segarra

El concejal de Jardines cree que es un buen momento para unificar la variopinta cartelería del Parque Municipal

Un cartel distinto a todos, dedicado a los Ilicitanos Ausentes

Un cartel distinto a todos, dedicado a los Ilicitanos Ausentes / Matías Segarra

Equipo de gobierno

El concejal de Parques y Jardines, José Claudio Guilabert, admitió que esta amalgama de placas no son la mejor imagen que quieren dar a lo que se considera por el PP una joya de la corona -el Parque Municipal- en el que están invirtiendo y donde el equipo de gobierno asegura quiere poner en valor con múltiples iniciativas. Saber cuándo, por qué, cómo y a quién se le dedicó cada uno de los ejemplares y por quién sería un espléndido ejercicio para, entonces sí, honrar si cabe la memoria de una forma bastante más digna que ahora. Desde la cátedra Pere Ibarra aseguraron que también es esta una asignatura que tienen pendiente.

El cartel dedicado a Miguel Hernández

El cartel dedicado a Miguel Hernández / Matías Segarra

Saber por qué Miguel Hernández, la Asociación de Belenistas de España, al Día Internacional de las Personas Mayores, los ponentes de la Ley del Palmeral, los Ilicitanos Ausentes, Antonio Juan Limores «de las palmeras al cielo», a los exconcejales Sergio Rodríguez o Juan Antonio Alberdi tienen una sería un excelente ejercicio.  

Las 55 dedicatorias (y ordenadas) del Huerto del Cura

La Cátedra Pedre Ibarra relaciona las 55 palmeras dedicadas entre 1900 y 1996 en el Huerto del Cura, propiedad de la familia Orts a Camilo Flammarion y Joaquín Dicenta, en 1900; José Canalejas, 1903; Alfonso XIII, Rey de España, 1905; Victoria Eugenia, Reina de España, 1912; Eduardo Dato, 1919; General Primo de Rivera, 1921; Juan de la Cierva, 1922; Cristalina (Hermanos Álvarez Quintero) y José Sánchez Guerra, 1923; Óscar Esplá, 1927, Eduardo Zamacois, General Riquelme, Wenceslao Fernández Flórez, Mario Roso de Luna, 1928; Federico García Sanchíz y José María Sert, 1930; Ángel Ossorio, 1931; Julián Besteiro, Niceto Alcalá Zamora y Miguel de Unamuno, 1932; Indalecio Prieto, 1933; Eugenio d’Ors, 1940, Manuel Benedito y Conrado del Campo, 1940; Almirante Bastarreche, 1942; Agustín de Foxá, 1945; José Cubiles, 1946; Carlos Jiménez Díaz y José María Pemán, 1950; Gregorio Marañón y Marqués de Lozoya, 1952; Duque de Alba y Humberto II de Italia, 1953; Alonso Vega, Federico Sopeña, EE UU ySuiza, 1954; Fermín Sanz Orrio, José Ibáñez Martín y Otto de Austria-Hungría, 1957; Carmen Polo de Franco, 1960; Cardenal Larraona, 1961; José Lora Tamayo, 1964; Teniente General Lacalle, 1967; Arturo Rubinstein y Gonzalo Fernández, 1972; Pedro Zaragoza Orts, 1973; Francisco Sánchez Orts; Juan Carlos I y Sofía de Borbón y Grecia, 1976; Santiago Grisolía, 1979; Severo Ochoa, 1989 y Tribunal de las Aguas, 1996.