Salir de los muros de una prisión aunque sea por un día se convierte en un cielo abierto para muchos reclusos de los centros penitenciarios. Premiados por su comportamiento, por su colaboración o por no tener sanciones, ayer quince reclusos de segundo grado de la cárcel de Villena vivieron una jornada muy especial.

La Fundación Río Safari abrió ayer sus puertas a un grupo de internos que pudo disfrutar por primera vez de una mañana en compañía de los animales. La terapia acuática con leones marinos fue la actividad protagonista, de la que se beneficiaron, sobre todo, tres presos con enfermedades mentales, acompañados por dos internos más como refuerzo a sus compañeros.

"Es una iniciativa que sirve para cambiar la rutina de estas personas, les da vida aunque sea por un día y puede significar mucho para ellos, ya que probablemente no tengan la oportunidad de repetir esto nunca", afirma Nicolás Muñoz, educador del Centro Penitenciario Alicante II.

Así, con el visto bueno de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, y con el apoyo de los monitores, los reclusos pudieron evadirse de la realidad con una terapia de socialización en la piscina. "Es una manera de trabajar en grupo, de enseñarles a respetar los turnos y las normas, a ser respetuosos con los animales..." apunta Andrea Ibañez, presidenta de la Fundación Río Safari.

Según Gloria Cardell, monitora de deportes del Centro Penitenciario Alicante II, el Programa de Atención Integral de Enfermos Mentales, instaurado en 2006 en el centro penitenciario de Villena, ha hecho posible que actividades como éstas permitan mejorar la autoestima de los 34 presos que están incluidos en el proyecto. " En la cárcel trabajamos con animales también para que sientan emociones y que tomen conciencia de su enfermedad por la que muchos de ellos han cometido delitos", confiesa Raquel Terol, monitora ocupacional.

Durante 45 minutos, aproximadamente, los internos pudieron observar las habilidades de un león marino. "Es una oportunidad que ha hecho que estas personas sonrían de manera especial por un día", dice Inés Cabanes, trabajadora social.