Lombrices microscópicas para luchar contra las plagas del Palmeral de Elche. Es la nueva apuesta del Ayuntamiento para combatir de forma biológica el picudo rojo y la paysandisia. Una técnica que ya ha sido aplicada a una treintena de huertos históricos del Patrimonio de la Humanidad y que, según el tripartito, ha comenzado a dar sus frutos. Esta especie se ha utilizado en otros lugares para plagas de árboles como los almendros, y no afecta al resto de la fauna.

Con todo ello, aunque la lombriz sí que puede matar al picudo o la paysandisia, los animales de compañía quedan libres de sufrir algún tipo de riesgo. Y es que los «nematodos», como así se conocen de forma técnica, atacan a la plaga generando una toxina.

El Parque Municipal y el huerto de palmeras de los niños y las niñas del Hospital del Vinalopó son dos de los ejemplos de los escenarios donde se ha comenzado a utilizar este sistema de lucha biológica. Todo ello con el objetivo, según señaló el edil del Palmeral, Antonio García, de reducir el uso de productos químicos en zonas ajardinadas, de manera que los fitosanitarios se limitan ya casi a los huertos agrícolas. Una de las razones por la que también se está utilizando este sistema en la zona cercana al hospital, que está considerada como uno de los mayores focos de picudo, es que al estar próxima a un centro sanitario no se pueden usar químicos.

El argumento que han dado desde el equipo de gobierno para decantarse por las lombrices es que las plagas han disminuido su amenaza en el Palmeral, por lo que el Ayuntamiento ha optado por aprovechar esta circunstancia. Sin embargo, esta herramienta tiene como inconveniente que su manejo es complicado y que la época más óptima para utilizarla es en invierno, según señaló ayer José Javier Sigüenza, uno de los técnicos que participan en el control de las plagas.

Ahora mismo, según el Ayuntamiento, la afección de las plagas en el Palmeral histórico es de un 0,48%, mientras que en el conjunto de todas las palmeras gestionadas estamos en un 0,24%.

Además de las lombrices microscópicas, se han comenzado a colocar en varias zonas de la ciudad trampas con feromonas para luchar contra la paysandisia, aunque, de momento, no se han obtenido resultados. De cualquier manera, desde el tripartito reconocieron que todavía hay que mejorar en los tratamientos para combatir la plaga de la mariposa. A parte de luchar contra las amenazas del Palmeral en los huertos históricos, desde el Ejecutivo local aseguraron que también se han empezado a realizar inspecciones en las pedanías. En concreto, en Arenales, El Altet, Las Bayas y La Hoya.