Los comentarios y actuaciones en las redes sociales no están exentos de responsabilidad penal, por mucha sensación de impunidad que pueda dar el falso anonimato de internet. Y, si no, que se lo pregunten al detenido por la Policía Judicial de Elche después de que los agentes de la Unidad de Urbanidad y Medio Ambiente (UMA) detectaran un vídeo difundido por el usuario, en el que grabó a un policía local en la sala de espera de una consulta médica, mientras esperaba un reconocimiento.

Las imágenes, difundidas a través de Instagram, iban acompañadas de comentarios de burla, mediante términos despectivos y jerga ofensiva. Los agentes locales avisaron a su compañero, con el fin de esclarecer si esta conducta respondía a alguna actuación realizada contra el acusado, pero no había ningún tipo de vinculación previa. Por tanto, el perjudicado, una vez concluyó su cita médica, procedió a realizar la denuncia formal, y los agentes de la UMA procedieron entonces a rastrear las publicaciones para identificar a su autor.

Los datos fueron trasladados entonces a la Policía Judicial de Elche, en la Comisaría de la Policía Nacional, que procedió a concluir la investigación y a detener al autor de los mensajes, por un delito contra la intimidad.

Pero este no es el único procedimiento iniciado por un delito en la red, ya que hace tan solo unos días los agentes de la Policía Local de Elche iniciaron el trámite de denuncia por comentarios ofensivos en las redes sociales, amparándose en la Ley de Seguridad Ciudadana. Un usuario se había mofado tras un accidente de circulación en el que estuvo involucrado un coche patrulla, hasta el punto de desear la muerte a los implicados y acusarlos de consumir drogas.