La implantación de la industria 4.0 es una prioridad para sectores como el del calzado. Así lo entienden las patronales zapateras, que han animando a las empresas a someterse a un estudio para examinar el grado de implantación de la nueva revolución industrial. Concretamente, la Federación de Industrias del Calzado Español (FICE) ha promovido, junto al Ministerio de Economía, Industria y Competividad, que las empresas examinen el grado de implantación de la industria 4.0 en su fábricas.
Desde la patronal zapatera destacan que el sector industrial puede y debe jugar un rol clave en el crecimiento económico. Para ello, apuntaron desde FICE, se ha puesto en marcha la iniciativa Industria Conectada 4.0, cuyo objetivo es aumentar la contribución del sector industrial en el PIB, en el empleo y en el saldo positivo de la balanza comercial mediante el impulso de la transformación digital de la industria.
En este proceso de transformación digital es fundamental que las empresas conozcan el estado de digitalización en el que se encuentran. La herramienta de autodiagnóstico de este plan pretende dotar a las empresas de un instrumento que les permita evaluar su nivel de madurez en relación con el nuevo paradigma de la industria 4.0. Del mismo modo, este diagnóstico también puede ayudar a las firmas a conocer su situación comparativa respecto a otras organizaciones con diferentes niveles de madurez, recursos y actividad.
El proyecto que difunde FICE en el sector zapatero está en la fase inicial y tendrá como resultado la elaboración de un informe que servirá de base a cada empresa para que realice una reflexión interna. Un análisis, apuntaron desde la patronal, que «permitirá planificar el desarrollo e implantación de acciones y proyectos concretos, con los que logre aumentar su competitividad y eficiencia en el mercado actual y futuro».
El presidente de FICE, José Monzonís, indicó que «asumimos que el sector del calzado no es ajeno a esta nueva revolución industrial impulsada por la irrupción de los cambios tecnológicos sobre la gestión empresarial, sobre las comunicaciones y tratamiento de datos y, finalmente, sobre las instalaciones». Por ello, considera imprescindible que las empresas se sometan a un diagnóstico que les sirva para mejorar su competitividad.
