La Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Alicante, con sede en Elche, ha acogido el juicio esta semana contra dos cuidadoras acusadas de maltratar, estafar y robar a las personas mayores que cuidaban en su domicilio. La Fiscalía pide para ellas penas de hasta diez años de prisión, mientras que para la pareja de una de las acusadas, también imputada en la causa, se pide un año de cárcel por participar en estos robos y estafas, ya que después revendía objetos, como joyas, a terceros para obtener rédito económico. Una de las mujeres se hizo cargo de esta pareja de mayores desde el año 2014. Durante un año, según sostiene la acusación del Ministerio Público, les habría robado diferentes joyas con un valor de 1.800 euros.

Un año después, en un 2015, entró una segunda persona en el domicilio. Entre las dos, utilizaron a las víctimas -el hombre al que cuidaban, de 81 años, padecía alzheimer, y la mujer también necesitaba cuidados- para sacar del banco más de 200.000 euros en dos años. Una cantidad muy superior al gasto de las necesidades de la pareja, tal y como sostiene el fiscal en su escrito, y del sueldo de las cuidadoras, por lo que ese dinero de más se habría destinado al enriquecimiento ilícito de ambas. Todo esto teniendo en cuenta, además, de que la manutención de la pareja sería significativamente deficiente, ya que la Fiscalía habla de malnutrición y falta de cuidados, por lo que tumbaría la línea de defensa de que ese dinero estaba destinado a mantener a las víctimas. El hombre, según los informes médicos, padecía desnutrición y deshidratación, fruto de la desidia de las dos cuidadoras contratadas.

Delito continuado

Además, se encuentra imputada la pareja de una de las dos mujeres que en teoría se encargaban del mantenimiento de las víctimas, ya que se le acusa de haber vendido las joyas que robaban en la vivienda, por 345 euros.

En concreto, los tres encausado están acusados de un delito continuado de hurto, ya que esta situación se prolongó durante años; dos delitos continuados de estafa y los delitos de abandono de persona con discapacidad y receptación, dada la especial vulnerabilidad de la pareja de personas mayores que, especialmente en el caso del hombre, necesitaba una atención extra debido a lo avanzado de su enfermedad.