La Policía Local de Elche tuvo que intervenir el domingo en un lamentable episodio de violencia de género que, pese a que quedó tan solo en una amenaza, sirve como recordatorio de la importancia de seguir luchando contra esta problemática social. Los agentes arrestaron a un hombre de 28 años que había amenazado a su mujer con «quitarse de en medio» y llevarse consigo al bebé de ambos, de tan solo diez meses de edad, para matarlo. De hecho, el arrestado le arrebató al niño de los brazos de la mujer tras formular esta amenaza, por lo que la víctima llamó en seguida a la Policía para evitar que se cumpliera con su palabra.

Cuando los agentes llegaron a la vivienda, ubicada en Carrús, encontraron al detenido en una habitación con el pequeño en brazos, si bien no encontraron indicios, a priori, de que fuera a cumplir la amenaza. No obstante, y ante lo manifestado por la mujer y dada la situación en el domicilio, procedieron a arrestarlo y a tomar declaración a la víctima.

La Fiscalía ha pedido una orden de alejamiento y acusará al detenido de un delito de amenazas, lesiones y maltrato ocasional, ya que no se puede probar que fuera a cumplir su amenaza, pero este simple hecho ya es constitutivo de delito. Y es que el chantaje con los hijos se ha vuelto una constante en cuanto a los delitos de violencia machista se refiere. De hecho, son varios los casos en el último año en los que los maltratadores han quitado la vida de los hijos, a veces incluso mediante esta fórmula, la del suicidio después del asesinato del menor, para hacer daño a sus parejas.

En este caso, además, se da el agravante e que la mujer es menor de edad y, de hecho, hoy mismo cumple los 18 años. Ambos conviven juntos con el pequeño, de diez meses, que es fruto de su relación. La víctima, en un principio, se negó a declarar, por miedo, aunque el equipo de psicólogos de la Ciudad de la Justicia de Elche se reunieron ayer con ella para evaluar el caso. Por su parte, el arrestado pasó a disposición judicial, momento en el que la Fiscalía le acusó por estas amenazas y el maltrato habitual. Las autoridades insisten en la importancia de, ante cualquier indicio, poner el caso en manos de los juzgados para poner fin al maltrato y erradicarlo por completo.