Establecimientos caninos distribuirán 4.000 botellas a los propietarios de mascotas para echar agua en la calle y limpiar los orines. Es la nueva campaña que ha lanzado el Ayuntamiento y Urbaser conocida como "Fes el repipí", con la finalidad de concienciar a los dueños de los perros para mantener la higiene de la vía pública y evitar los malos olores.

El edil de Limpieza, Héctor Díez, ha presentado hoy la nueva campaña en la que participarán veterinarios y tiendas relacionadas con las mascotas. En total 44 negocios se han sumado a esta iniciativa y repartirán los botellines a sus clientes.

El concejal del área ha reconocido hoy que los excrementos y los orines constituyen "un problema importante que necesita atención". Además ha señalado que las quejas de limpieza son las más numerosas en el servicio. Como ejemplo, el pasado año, la Policía Local puso cerca de 600 sanciones por excrementos y orines.

De 60 sanciones a 600. El Ayuntamiento ha multiplicado por diez las multas a los propietarios de perros por orines y excrementos respecto al año pasado. La Policía Local intensificó la vigilancia en 2017 para tratar de atajar uno de los problemas que más polémica y quejas levantan en la ciudad. La suciedad generada por las mascotas a causa del incumplimiento de la ordenanza reguladora de animales de compañía ha estado especialmente vigilada por los agentes en estos últimos doce meses. Así lo ha destacado el concejal de Limpieza, Héctor Díez, quien ha señalado que para 2018 la presión sobre los infractores va a continuar en la misma línea.

Ahora no solo las defecaciones en la calle son objeto de multa, sino que también lo son los orines que se quedan en las aceras sin que el propietario los limpie. Algo que hasta hace un año era prácticamente impune en Elche, también está ya vigilado con lupa por el Ayuntamiento ilicitano. Y es que la ordenanza deja claro que los perros tienen que bajar al asfalto a hacer sus necesidades, tal y como recuerda el edil del área.

La normativa municipal recoge sanciones, en caso de defecaciones y orines, de 120 euros, que se puede reducir en un 20% si, por ejemplo, tras la multa se echa agua al pipí, y otro 30% por prontopago. No obstante, también la suma de dinero se puede incrementar en un 20% si se comprueba que el propietario es reincidente. El control por parte de los agentes de la Policía Local se ha centrado especialmente en las zonas del casco urbano en una campaña que arrancó en enero conocida como «No la cagues. Elche merece estar limpia». No solo la ciudad está vigilada con lupa, sino también las pedanías. Como ejemplo, a principios de este mes, la Policía Local se desplazó hasta El Altet, donde los vecinos reclamaron un mayor control sobre las heces y los orines de las mascotas. Los efectivos, durante la semana de seguimiento, acudieron en diferentes momentos y distintos horarios y detectaron una escasa rogida de excrementos, la carencia de documentación y micciones en mobiliario público y fachadas. Finalmente, el dispositivo acabó con 22 denuncias.

Pese a ese incremento de sanciones en todo el término municipal, el edil de Limpieza reconoce que «sigue habiendo mucho por hacer para tratar de que el municipio esté lo más limpio posible de excrementos y orines». No obstante, también admite que cada vez más gente está acostumbrándose a llevar botellas por la calle para disolver el orín de las mascotas.