El revés que recibió hace un par de semanas el Instituto de Neurociencias de la Universidad Miguel Hernández (UMH), cuando el Instituto Carlos III rechazó su propuesta, no ha frenado el ánimo de sus investigadores de seguir avanzando en la lucha contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Y más todavía tras el fuerte impulso que recibieron el jueves, jornada en la que se entregaron 627.000 firmas en el Congreso de los Diputados para pedir que se lleve a cabo el ensayo clínico, pionero a nivel mundial, en hospitales con pacientes de esta enfermedad de carácter degenerativo, la tercera con más afectados tras el alzhéimer y el párkinson.

El Carlos III, instituto que controla el reparto para la investigación sanitaria en España, ha rechazado en primera instancia la propuesta presentada por el grupo de investigación que lidera Salvador Martínez, director del Instituto de Neurociencias, centro mixto de la UMH y el CSIC. El organismo dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación considera que hay otros proyectos prioritarios. Ante la negativa, los investigadores no se han quedado de brazos cruzados y están intensificando sus contactos con inversores privados, procedentes de países europeos como Italia y Noruega o de Estados Unidos. Desde el continente americano, diversas comunidades científicas se han interesado por los avances que este proyecto está ofreciendo en pacientes y han contactado con el instituto.

Martínez lleva cerca de dos décadas implicado en esta investigación, que se puso en marcha en el año 2000 gracias a la aportación en primera instancia que realizó la ilicitana Fundación Diógenes, que desapareció arrastrada por la crisis económica. En estos 18 años, el científico y su equipo han conseguido completar dos fases de terapia celular con inyecciones en la médula espinal. Hace tres años, iniciaron una terapia más efectiva todavía, de carácter intramuscular. Este ensayo ha completado con éxito su primera fase en una veintena de pacientes y ahora busca dar el salto a una segunda etapa con cien afectados de ELA.

Ahí es donde debía entrar en juego la financiación del Carlos III, que ahora podría llegar desde el extranjero. El proyecto que ha presentado Neurociencias tiene un desarrollo de tres años y se llevaría a cabo en el Hospital General de Alicante, el de Sant Joan d'Alacant y la Arrixaca de Murcia. Ajustando el presupuesto al máximo, el equipo de Martínez estima que necesitaría 5.000 euros por paciente para gastos, consultas, análisis y resonancias. La solicitud que ha rechazo en primera instancia el Carlos III es de 492.800 euros.

Si está investigación no recibe una inyección económica, el equipo trabajará en otras líneas de investigación que sí cuenten con soporte económico. Con todo, no dejan la ELA de lado y avanzan con estudios como los que actualmente realizan a cerebros y médulas espinales de enfermos que han fallecido, con el objetivo de conocer su anatomía patológica.

En 2006 pusieron en marcha en la Arrixaca de Murcia su primer ensayo, con el que consiguieron los objetivos necesarios para profundizar en la investigación clínica. Acabada esta primera fase de facticidad y seguridad en la médula espinal, iniciaron la segunda etapa en 2010 con once pacientes. Previamente a todo esto, los ensayos con ratones han ofrecido resultados más que satisfactorios. Ahora el equipo de Martínez está centrado en el estudio intramuscular, que ha deparado sus mayores hitos en esta cronología que está a punto de alcanzar ya las dos décadas. Es la única terapia de estas características que se ha demostrado que funciona positivamente en humanos y su publicación en revistas de prestigio está cercana, lo que supondría el último paso para que fuera reconocida por el universo científico.

El director de Neurociencias estuvo el jueves en Madrid, coincidiendo con la entrega de firmas, y tuvo la oportunidad de conocer a Jesús Gómez, el afectado por ELA que a través de una petición en la plataforma Change.org ya ha rebasado las 650.000 adhesiones.