El Ayuntamiento se hará cargo del servicio de autobús a las pedanías con un coste anual de algo más de 1,5 millones de euros y un déficit de más de 800.000 euros. Lo hará así después de más de dos décadas de gestión por parte de la Generalitat y de quejas vecinales por la escasez de frecuencias, entre otras carencias. El tripartito tiene ya finalizado el proyecto para rescatar el transporte en el Camp d'Elx, con el objetivo de que a finales de año, o a más tardar a principios de 2019, comience a rodar el nuevo servicio municipal. Así lo estiman desde el Consistorio ilicitano, una vez que se adjudique el contrato, que tendrá una duración de una década, con un año máximo de prórroga, y será asumido por una sola empresa.
Actualmente, el transporte a las pedanías se realiza a través de convenios con firmas contratadas por la Generalitat y son cuatro las mercantiles que se ocupan de todo el Camp d'Elx. El equipo de gobierno ha cifrado en casi 800.000 euros anuales los ingresos por prestar el servicio, con un déficit de más de 880.000 euros, aunque podría verse reducido, ya que lo previsible es que las empresas presenten ofertas a la baja.
No obstante, prácticamente esa cifra es similar a lo que le cuesta ahora al Ayuntamiento, ya que en la actualidad se destinan 844.000 euros a estos convenios, por menos servicios. Y es que entre las ventajas de que el Ayuntamiento se encargue de la gestión directa destaca, sobre todo, el aumento de las frecuencias. Incrementarán en un 38% las expediciones y habrá autobuses de lunes a domingo en todas las zonas, mientras que hasta ahora esto solo ocurre en algunas pedanías determinadas.
El Camp d'Elx pasará a tener nueve líneas, a diferencia de las siete que hay hasta ahora. Para cubrir este servicio, está previsto que la empresa cuente con una flota de diez autobuses, que tendrán que ser nuevos y sostenibles. Además, una de las novedades que se incorporarán será la posibilidad de compatibilizar el servicio de autobús con el taxi, para las zonas donde la demanda de usuarios sea muy baja. De esta manera, en determinadas frecuencias se comenzará a prestar el servicio con taxis, en lugar de con autobuses.
Por otro lado, los autobuses con destino a las playas también verán reforzada la cobertura y empezarán a funcionar desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre.
El precio medio del billete será de 1,5 euros, prácticamente igual que en este momento y, como ocurre también ahora, variará en función del recorrido que realice el pasajero. Asimismo, otra de las novedades será que los billetes del transporte urbano y del autobús a las pedanías serán compatibles. A esta mejora se suma, por otro lado, la información a tiempo real de la que podrán disponer los pasajeros a través de una aplicación móvil o en las paradas. También se incorporarán vehículos adaptados para poder transportar la bicicleta.
En común
Cerrando filas, y todos juntos. Así anunció ayer el equipo de gobierno el proyecto de rescate del transporte a las pedanías, como uno de los logros alcanzados durante este mandato, en un intento, además, de trasmitir imagen de unidad en el Ejecutivo local. La edil de Movilidad, Esther Díez, puso el acento en todas las reuniones realizadas con los vecinos para recoger sus reivindicaciones a la hora de reconfigurar el servicio. Por su parte, el alcalde, Carlos González, reconoció que las quejas de los vecinos por el transporte de las pedanías ha sido un denominador común en los últimos años y que ahora el Ayuntamiento tomará las riendas de una iniciativa prestada por la Generalitat con «concesiones caducadas y medios inadecuados».
La portavoz de Compromís, Mireia Mollà, tachó de «hito histórico» el rescate del bus a las pedanías para «no pasar por intermediarios» y cargó contra la «desidia del PP», al no haber transferido las competencias antes al Ayuntamiento. Por último, el líder del Partido de Elche, Jesús Pareja, puso el foco en el «logro» del equipo de gobierno para hacer un transporte a las pedanías «casi a la carta».
