Que el trabajo de sus investigadores no se pierda por el camino, en las llamadas pruebas de concepto o en ensayos clínicos, y que la sociedad pueda beneficiarse de las múltiples investigaciones que se llevan a cabo actualmente en los laboratorios de la Universidad Miguel Hernández (UMH). Estas son dos de las metas que la institución se ha marcado para el próximo curso académico y por eso ha decidido apostar firmemente por el impulso de la investigación y la transferencia tecnológica, hasta el punto de destinar 580.000 euros de sus fondos propios a este proyecto, lo que supone un aumento de un tercio de la partida.

En esta iniciativa, que cuenta con el impulso del Consell, a través de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), se busca fundamentalmente que las patentes y los softwares que surgen de las investigaciones encuentren su camino para llegar al mercado. «Esta financiación va destinada a todos nuestros científicos que se encuentran con las manos atadas», asegura el vicerrector Manuel Jordán. «Hay una fase intermedia, la que va del laboratorio a la empresa, en la que faltan medios. Por eso, reforzamos el esfuerzo para potenciar las patentes que ya están maduras y crear prototipos», añade.

Entre algunos de los proyectos que se encuentran en la fase intermedia a la que hace referencia el vicerrector de Investigación, y a los que se les quiere dar un impulso para que tengan una salida, está el que llevan a cabo los grupos de investigación que trabajan con moléculas bioactivas, en fase 2 o 3, que se podrán utilizar en la confección de medicamentos que luchen contra el cáncer o enfermedades degenerativas.

Otros científicos que necesitan un empujón son los que en estos momentos trabajan en el laboratorio de robótica para ayudar a las personas con discapacidad, y que necesitan soporte financiero para poner en marcha las pruebas necesarias que les permitan homologar el sistema que están investigado. O los del Instituto de Neurociencias, ubicado en el campus de Sant Joan d'Alacant, que ponen su empeño en minimizar los dolores que ocasiona el síndrome de la sequedad del ojo. De hecho, el grupo de Neurobiología Ocular forma parte de un consorcio europeo que está trabajando en el desarrollo de un banco mundial de córneas artificiales.

Una de las fases a las que se le quiere dar impulso desde la UMH es la que permite dar el salto de la experimentación animal a los ensayos en seres humanos, y que estén aprobados por la Agencia del Medicamento. Uno de los grandes obstáculos que encuentran en este terreno los investigadores es el de hacer frente a los elevados seguros médicos, por lo que las ayudan que ahorra recibirán en mayor cuantía pueden ir destinados, en parte, a sufragar las costosas pólizas.

Al margen de recurrir a sus fondos propios, la UMH, en este caso junto a la red de universidades valencianas, está a la espera de cerrar un convenio de colaboración con el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), con el que el banco del Consell podría llegar a aportar el 50% de la financiación de determinadas investigaciones. Al margen de este acuerdo con el IVF, la Universidad ilicitana también busca una mayor implicación por parte de los empresarios locales. «Cuando pedimos una ronda de financiación, tenemos que presentar proyectos maduros, no podemos acudir con un simple powerpoint. Por eso aumentamos la cantidad que parte desde nuestros fondos propios», afirma Jordán.

Desde la UMH se refuerza ahora la apuesta por la innovación, mientras se sigue a la espera de que lleguen las ayudas de la AVI, algo que en principio debería suceder el próximo año. Con un presupuesto limitado, la agencia valenciana ha creado de momento ocho unidades científicas, una de ellas en el Instituto de Neurociencias, con el objetivo de desarrollar tecnologías no presentes hasta ahora en el mercado y vinculadas a sus áreas de investigación propias.