El arte se elevó hasta el cielo y volvió a caer al suelo con un estilo particular, con la libertad por bandera. El Breakdance inundó este fin de semana las salas de la Llotja donde cerca de un centenar de jóvenes bailarines de esta danza urbana demostraron encima del escenario sus dotes artísticas y el respeto que le tienen a esta disciplina que nació de la calle.

Esta segunda edición del certamen «Masterbreak Kids and Junior», organizado por Virtual Escuela de Artes en coordinación con la Concejalía de Juventud, reunió en una primera jornada a 68 niños entre 6 y 13 años, y ayer fue el turno de los adolescentes, una veintena, que compitieron por mejorar la presencia en el mundillo y optar al premio, representar a España en el campeonato mundial de París en 2019. Sin embargo, la clave del evento fue pasárselo bien y ampliar la red de amigos «b-boys» y «b-girls», nombre que hace referencia a los bailarines.

Han participado jóvenes de todo el panorama nacional, que durante las batallas fueron evaluados por tres de los mejores jurados a nivel internacional como Sambo, venido desde Bélgica, Never de Francia o Alessandrina desde la región italiana de Sicilia, que destacaba que lo esencial es que «transmitan buenas vibraciones, la técnica es importante, pero lo primordial es el estilo único que los diferencia».

«Yuko» se presentaba desde Albacete. Es una adolescente de 17 años que ha aprovechado su primer campeonato «para aprender». Asegura que su fuerte es la improvisación y reconoce que todavía la figura femenina no está del todo visibilizada en esta danza urbana, «pero hay chicas muy buenas, aunque tenemos que esforzarnos mucho para llegar a hacernos un nombre», explicaba mientras cogía fuerzas después de menear el cuerpo en una dura batalla, que al igual que el resto, estuvo repleta de piruetas que despertaron aplausos y que dejó a más de uno con la boca abierta.

«Lito» es otro joven valenciano que no sabría vivir sin este modo de vida, «es como mi psicólogo, es mi rinconcito», afirma. Además cree que no hay una edad para practicarlo porque «todo depende de las influencias y el pensamiento de cada cual, el respeto está siempre y no se marcan límites», aludía mientras observaba la exhibición de otro participante, «Lic Turn», desde su silla de ruedas.

Con esta cita se daba por cerrado un fin de semana marcado por el compañerismo en el que los participantes realizaron talleres y jornadas de convivencia con el jurado desde el colegio de Candalix, lugar donde se hospedaron.

<iframe src="https://www.facebook.com/plugins/video.php?href=https%3A%2F%2Fwww.facebook.com%2Fdiarioinformacionelche%2Fvideos%2F2072520629703241%2F&show_text=0&width=560" width="560" height="315" style="border:none;overflow:hidden" scrolling="no" frameborder="0" allowTransparency="true" allowFullScreen="true"></iframe>