El Ayuntamiento ya tiene su veredicto sobre El Progreso y así se lo ha dicho ya al Consell, y todo ello contra la resolución de suspender la demolición del inmueble, así como exigir la protección del mismo. El objetivo: dejar sin efecto la orden de proteger la fachada del inmueble centenario.

A través de un extenso informe jurídico y técnico elaborado por los técnicos municipales, el Ayuntamiento trata de desmontar la decisión de la Conselleria con la que se exigió al Consistorio ilicitano la conservación de la fachada de la antigua sala de venta de agua. El principal argumento que ha dado el equipo de gobierno es que València se basó en una normativa posterior a la concesión de licencias de edificación por parte del Ayuntamiento a los propietarios. En concreto, esa disposición pasa por considerar el núcleo histórico tradicional como Bien de Relevancia Local, con lo que, por tanto, la protección sería obligatoria.

Ese cambio en la norma entró en vigor en abril de 2017, cuando la licencia se concedió en febrero del año pasado, tal y como señaló el concejal de Urbanismo, José Manuel Sánchez, quien reprochó, además, al Consell que dictó una resolución sin haber pedido un informe previo.

Con todo ello, lo que el tripartito pretende es que se deje sin efecto la orden de protección de la fachada en el sentido en el que se requirió y la petición que hizo para modificar las licencias concedidas por el Ayuntamiento, que, según volvió a subrayar Sánchez, se concedieron de manera legal.

Ahora bien, en caso de que la Generalitat no tenga en cuenta las argumentaciones municipales, el tripartito está dispuesto a interponer un recurso contencioso-administrativo contra el Consell y poner el conflicto en manos del juez. Así lo respaldaron ayer de forma unánime en la junta de gobierno local el PSOE, Compromís y el Partido de Elche.