La Policía Nacional de Elche ha detenido a un hombre de 39 años tras robar, presuntamente, a dos menores que se encontraban conversando en un parque entre las calles Capitán Gaspar Ortiz y Doctor Sapena. Los jóvenes, de 15 y 17 años, vieron cómo se acercaba el detenido, al que describieron ante los agentes como «desaliñado, de unos 185 centímetros de estatura y con un tatuaje en uno de los tobillos». Al llegar donde se encontraban, les propinó un empujón, y les arrebató los teléfonos que llevaban en la mano, dos smartphones de gama alta, y salió corriendo. Una de las víctimas comenzó a correr detrás del ladrón. Una persecución que se desarrolló por varias calles adyacentes hasta que el acusado se giró, según el atestado policial, y le amenazó con partirle las piernas, añadiendo que, en el caso de que interpusiera denuncia, lo mataría.

Los gritos alertaron a los vecinos, que salieron a balcones y ventanas, y le dijeron al denunciante que el arrestado era conocido por un apodo, un diminutivo de su nombre. Con la descripción del acusado, la información sobre su nombre, y las pesquisas policiales, los agentes procedieron a su detención, y fue trasladado a la Ciudad de la Justicia de Elche, donde pasó a disposición judicial. El hombre cuenta con varios antecedentes, y, tras declarar ante el juez, quedó en libertad con cargos. La Fiscalía le imputa un delito de robo con violencia, por lo que se enfrentará a una pena de dos a cinco años de prisión. Además del empujón, llegó a amenazar de muerte a uno de los menores a los que, presuntamente, le sustrajo el teléfono, por lo que, según apuntaron fuentes judiciales, podría ser condenado a más de dos años de cárcel. El robo con fuerza es la segunda tipología delictiva más común, por detrás de los hurtos, por lo que las autoridades recomiendan extremar las precauciones.