Como si se tratara de un misterio, casi repentinamente el Vinalopó ha visto desviar parte de su cauce a la altura del puente del Bimil·lenari. Un cambio de paisaje que ha despertado curiosidad y críticas al tratarse de un paso muy transitado entre los deportistas que acostumbran a pasar cada día por delante de este punto del río para seguir con su marcha. A esta nueva estampa se suma ahora que uno de los accesos improvisados que conducían hasta el Pantano ha quedado clausurado sin previo aviso.

Las incógnitas se han disparado no solo entre los caminantes o corredores, sino también hasta dentro del propio Ayuntamiento de Elche, desde donde apuntaron desconocer con exactitud el motivo de las obras, al tratarse de una zona cuyas competencias corresponden a la Confederación Hidrográfica del Júcar. El regreso al estado primitivo del río es lo que está detrás de esta modificación del trazado y de un caudal que baja con más fuerza. Así lo argumentaron desde el organismo que regula el Vinalopó.

Después de casi dos décadas, este transitado punto ha perdido su paso provisional para tratar de recuperar su bajada tradicional sin obstáculos de por medio. Y es que la construcción del puente Bimil·lenari, hace casi veinte años, hizo que se tuviera que modificar el cauce para habilitar un camino por donde pasaran las máquinas con las que se hizo realidad el viaducto colgante sobre la Ronda Norte.

Ahora, después de todo ese tiempo, el río ha dibujado otro paisaje a su llegada al núcleo urbano, tras un movimiento de tierras realizado durante este mes, que no ha pasado desapercibido y que no ha hecho más que generar preguntas al romper con la imagen habitual.

De hecho, más de uno, cuando llega hasta ese punto, se atreve incluso a dar un salto para cruzar el río y seguir avanzando, con tal de evitarse tener que dar una vuelta para buscar otro camino con el que continuar el recorrido.

Precisamente, sobre este terreno hay proyectado para este año un sendero que conecte la ladera del Vinalopó con el Pantano. El objetivo es hacer obras antes de que acabe el año para unir los dos entornos naturales, con un millón de euros de subvención de la Diputación. El sendero peatonal y ciclista de cerca de ocho kilómetros arrancará en el Molí Real, llegará hasta la cola del Pantano e incluirá cinco pasarelas y un mirador. Otra de las tareas que está pendiente en la ladera es la finalización de los accesos al Vinalopó desde los cines Odeón o la reparación del enorme agujero provocado por una avería de agua, a la altura del Valle Trenzado, por la que las máquinas tuvieron que excavar varios metros bajo tierra. Tras el peritaje en la zona, se procederá a la reposición de las laderas, jardines y paseos.