Un parque inundable al estilo del parque La Marjal de Alicante, pero en Elche, y por partida doble. El Parque Empresarial tendrá en su área de expansión, que podría empezar a desarrollarse el próximo año, dos espacios verdes con láminas de agua pensadas para afrontar las precipitaciones y gestionar las aguas sobrantes en la nueva zona del área industrial. Una fórmula con la que la capital de la provincia se convirtió en pionera y que ahora ya tiene proyectada la empresa municipal Pimesa para extenderla a la nueva zona del polígono de Torrellano, que contará con 500.000 metros cuadrados. Técnicos que han realizado estudios como el de inundabilidad y el de paisaje para la tramitación de la ampliación han visto en esta alternativa sostenible la solución para evitar riesgos de acumulación de agua en el sector que se situará junto a la Vía Parque.
La idea pasa más o menos por implantar láminas de agua situadas en los extremos este y oeste del enclave, además de por la construcción de un canal rectangular con vertedero lateral para repartir los caudales procedentes de la Serra Llarga hacia las dos áreas de laminación. Las zonas verdes inundables proyectadas para el enclave industrial tendrán una superficie de 32.000 metros cuadrados la primera y de 20.900 metros cuadrados la segunda, con graderíos en forma de bancos para organizar la escorrentía en caso de lluvias de fuerte intensidad.
En Alicante, el parque urbano inundable es capaz de retener hasta 45.000 metros cúbicos, frente a una lluvia de alta intensidad, y, posteriormente, derivar el caudal de lluvia a la red de drenaje o a la depuradora para su reutilización. El proyecto también cuenta con dos estanques ornamentales de agua, uno pequeño, que, junto con toda la jardinería y vegetación existentes en el mismo, conforman un nuevo pulmón verde sostenible para los usuarios. La idea esencial de la obra ejecutada está basada en el funcionamiento de algunos sistemas naturales reguladores de los ciclos hídricos como son las marjales, tan frecuentes en todo el litoral mediterráneo y, muy probablemente, en parte de lo que eran los terrenos naturales de la playa de San Juan antes de su transformación agrícola y, sobre todo, urbana. Inspirado en este modelo, el Ayuntamiento ilicitano también ha apostado por crear zonas verdes que recojan el agua de lluvia proveniente de las vertientes de las sierras, además de permitir el uso de las mismas. Algo completamente diferente a lo que ya hay en el Parque Empresarial, en su zona consolidada, donde las aguas de la lluvia van a parar a una infraestructura subterránea. Sin embargo, al detectarse cierto riesgo de inundabilidad en la futura fase de expansión, lo que han recomendado los técnicos ha sido precisamente alternativas como la de los parques inundables.
Impacto ambiental
Que la ampliación del Parque Empresarial tenga una mínima repercusión sobre el medio ambiente será uno de los desafíos al que tendrá atender el proyecto. Así lo advierten los estudios previos, que apuntan a un mínimo impacto paisajístico sobre la percepción actual del entorno y del paisaje desde la A7. Con todo ello, el gran bulevar que está proyectado, junto al centro logístico y las oficinas, tendrán que compartir espacio con hileras de arbolado a lo largo de las aceras y los espacios públicos. Tampoco se alterará, tal y como establece la ordenación planteada, la percepción de la Casa de La Mina, construcción protegida y situada en un espacio clave de la urbanización, que va a ser puesta en valor con la ampliación del Parque Empresarial.
Campus y Tempe
La expansión del área industrial ha sido «vendida» como uno de los proyectos estrellas del tripartito para este mandato, junto al campus tecnológico al estilo Google, que también se levantará en el enclave de Torrellano. El Ayuntamiento ha fijado en 2019 el inicio de las obras para empezar a hacer realidad la ampliación. Algo que lleva aparejado, además, la expansión del gigante Tempe, tal y como viene negociando el Ejecutivo local y el Consell en los últimos meses. La incógnita es cuándo podrá verse materializado todo el proyecto al cien por cien. Y es que la complejidad burocrática para conseguir que el Parque Empresarial gane más espacio ha sido la principal dificultad.
