En menos de tres años la Concejalía de Hacienda del Ayuntamiento de Elche ha conseguido reducir a más de la mitad la deuda total municipal, de manera que se ha pasado de 164.313.056 euros en junio de 2015, cuando el nuevo equipo de gobierno sustituyó al PP, a 76.848.081 euros a fecha de 31 de marzo de este año, según se refleja en un informe municipal y, ahora, a algo más de 83.328,826 millones de euros, tras darse luz verde hace escasos días a un nuevo préstamo bancario, que, en principio se podría firmar hoy. En suma, una reducción del 50,71% de la deuda y 87.464.975 millones que, durante la gestión del primer y segundo tripartito, se han devuelto, en su gran mayoría, a los bancos.

Una parte de la deuda total es la deuda financiera y, en este caso, a junio de 2015 la cifra que había era de 119.355.615 euros, la cual ha pasado ahora a cerca de 59 millones de euros. El Consistorio ilicitano alcanzó su mayor nivel de endeudamiento con los bancos en el año 2011, cuando se tocó la cifra de 173.009.924,74 euros. Como idea de lo que significa esta ingente cantidad, basta decir que el actual presupuesto del Ayuntamiento asciende a 179 millones de euros.

Caída en picado

Ante aquella situación, nada más entrar el nuevo gobierno del PP en 2012, el entonces concejal de Hacienda, Manuel Latour, no tuvo más remedio que aplicar un intensivo plan para tratar de hacer caer en picado la deuda municipal lo antes posible, un trabajo que, posteriormente, su predecesora, Ana Arabid, ha continuado.

En esa cantidad de deuda financiera de 59 millones se incluye ya el hecho de que el Consistorio ilicitano recientemente se haya vuelto a endeudar. En concreto, en la junta de gobierno del pasado viernes se adoptó el acuerdo de contratar con una entidad financiera un préstamo por importe de 6.480.745 euros.

En los últimos años, el tripartito ha ligado buena parte de sus inversiones a la venta de terrenos municipales. Sin embargo, el poco éxito obtenido en esta apuesta (como también le ocurrió al PP), y el hecho de que en 2019 habrá elecciones, ha llevado a sus responsables a no querer jugar con fuego y a garantizarse fondos para cubrir al menos la mitad de las inversiones reales que están reflejadas en el presupuesto municipal de 2018 y que ascienden a 13,1 millones de euros.

En cuanto a este último crédito de 6,4 millones, el Ayuntamiento estaba dispuesto a pagar como máximo un interés fijo del 1,44%, aunque finalmente se ha conseguido encontrar, entre las ofertas presentadas, una propuesta con un interés del 1,06%.

Antes de 2030

El préstamo, en principio, quedará vencido en junio de 2030, aunque es cierto que en los últimos años el actual tripartito ha renegociado con los bancos y ha realizado amortizaciones periódicas, esto último, en buena parte, obligado por el Gobierno central para reducir la deuda en prácticamente todas las administraciones.

Durante el actual mandato se han realizado amortizaciones periódicas anticipadas que han ascendido en total a 16.063.264 euros, todo ello gracias a los remanentes de tesorería correspondientes a las liquidaciones de los presupuestos de los ejercicios 2015 y 2016.

En principio, este último préstamo vencerá en 2030, aunque las previsiones del Ayuntamiento es que toda la deuda financiera quede a cero en 2023. Otra cosa es que los deseos se conviertan en realidad.