Un informe de la Unidad Técnica de Patrimonio del Servicio Territorial de Cultura de Alicante de 18 de enero ya tenía clara la valoración patrimonial del inmueble. «Tiene interés patrimonial de carácter local, fundamentalmente por la composición de sus fachadas y por el uso que ha tenido a lo largo de los más de cien años transcurridos desde su construcción, vinculado a la generalización del regadío en el campo de Elche», sentencia. Por eso, en el informe se considera que la sala debería protegerse y conservarse. En este sentido, se indica que «cabría también considerar otras soluciones alternativas de protección parcial, cuanto menos de la fachada». Y ello, según se expone, por dos motivos: por su interés de carácter arquitectónico y de relevancia de la memoria histórica. Es más, los técnicos del Consell apuntan que «el hecho de que esta fachada se encuentre fuera de alineación no es, en nuestra opinión, motivo suficiente para su derribo, más aún considerando la plaza en la que se ubica».

El informe de 15 de marzo, de hecho, resalta uno de los párrafos de ese documento de enero, y, concretamente, el que alude al «interés de la fachada, de estilo neoclásico, perfectamente ordenada», y añade que «tiene una gran puerta central y dos relevantes ventanas simétricas a cada lado, con dos cornisas y frontón. Se detectan detalles ornamentales de carácter ecléctico, o, como dice el arquitecto Gaspar Jaén, modernistas europeos». En cualquier caso, la resolución de la Dirección Territorial de Cultura del pasado 9 de marzo, en la que también se aludía a ese informe de enero, instaba al Ayuntamiento a tomar las medidas oportunas para proteger y conservar la fachada de El Progreso que da a la plaza de la Constitución, y, además, sin retranqueo.