De una media mensual de hasta dos quejas formales en el Servicio de Atención e Información del Paciente (SAIP), a cero, y hasta un agradecimiento. Estas son las cifras del servicio de cocina del Hospital General de Elche, que el pasado mes de diciembre recuperó el catering diario elaborado en las instalaciones del propio hospital, abandonando la fórmula de la contrata anterior por la que la comida se hacía con dos días de antelación y llegaba a congelarse y almacenarse antes de su degustación. Aunque la principal novedad que más aplauden los pacientes es la posibilidad de elegir hasta tres platos diferentes en cada una de las comidas: tres primeros, tres segundos y tres postres.

La merma en la calidad de los platos, al no servirse comida del día, era una de las principales reclamaciones que llegaban al organismo encargado de canalizar las quejas de los pacientes. La anterior contrata debía hacer el triple de platos cada día, hasta 1.800 raciones, ya que también se elaboraba la comida del Hospital de Orihuela y la del Hospital de Elda. Así, lo cocinado se congelaba en muchas ocasiones, para «aguantar» el traslado hasta el resto de centros hospitalarios, con la pérdida de frescura que eso supone.

Un paseo por las cocinas del Hospital General de Elche sirve para comprobar el volumen de trabajo que supone alimentar a todos los pacientes ingresados. Cada día se elaboran 600 menús, 300 para la comida y 300 para la cena, además de los desayunos, almuerzos y meriendas. Gracias a la posibilidad de escoger el menú, desde Enfermería se pasa el cuestionario a los pacientes con las opciones para el día siguiente, en todas las comidas. Y esos datos se pasan posteriormente al sistema informático, con el fin de que desde la cocina puedan gestionar las cantidades de cada uno de los platos, pues «una de nuestras máximas desde que entramos en la nueva contrata es no tirar nada de comida, porque antes se llegaban a tirar hasta pollos enteros y eso, al cabo de los días, es tirar mucha comida», señala la responsable del las cocinas del Hospital General de Elche.

1,4 millones al año

El importe de la contrata da una ligera idea de la gran cantidad de alimentos que se maneja desde los sótanos del Hospital General de Elche: 2.782.334,43 durante un periodo de dos años completos. Es decir, casi 1,4 millones al año. Para dar salida a todo el volumen de trabajo, se necesita una plantilla formada por 32 personas. El principal turno es el de la mañana, cuando coinciden el jefe de cocina, siete pinches, una cocinera, una dietista, un almacenero, y un responsable de centro.

Y es que el control de almacenaje es otro de los pilares, ya que la gestión con proveedores y la recepción de mercancías se hace directamente a través de la propia unidad de cocina, y se recibe carne y productos frescos varias veces por semana, para garantizar su conservación. Ahora, a diferencia a como se hacía hasta diciembre, «lo único congelado es el pescado, y porque la normativa obliga a ello en prevención del anisakis», explican desde el centro hospitalario.

Las instalaciones, ubicadas en el sótano del Hospital General, tienen actividad durante prácticamente todo el día, pues tras las comidas llega el turno de poner en marcha las grandes maquinarias de lavado y secado, para tenerlo todo listo para la siguiente tanda de comidas, horas después.