Más de un millar de solicitudes de becas de comedor se han presentado en la Universidad Miguel Hernández (UMH) a lo largo de los últimos doce meses. Este hecho, en total han sido 1.066 las ayudas de manutención que se han solicitado, ha llevado a la Universidad ilicitana a incrementar en un 33% la cantidad de dinero que se destinará a este concepto en el acuerdo de aprobación de su sexto Plan de Becas y Ayudas al Estudio, correspondiente al curso 2018/19, cuyas clases arrancarán el próximo 17 de septiembre.

La dotación máxima con la que cuenta la convocatoria de ayudas de la UMH para el siguiente ejercicio académico es de 500.000 euros. Las becas que forman parte del programa de comedor universitario pasan de 75.000 euros de este curso hasta 100.000 para el siguiente. Las becas para la financiación de las matrículas de los estudiantes de grado descienden desde 375.000 euros a 300.000 euros. Las ayudas para la financiación de las matrículas de los estudiantes de los másteres oficiales también descienden, en este caso de 100.000 euros a 75.000. Por último, las ayudas que sí se mantienen son las destinadas a la excelencia académica, que siguen en 25.000 euros. En el cómputo total, las becas descienden de los 575.000 euros de este curso a los 500.000 del próximo.

Las ayudas de comedor se encuentran entre las más solicitadas en la UMH. Para el presente curso 16/17 se llegaron a recibir 600 peticiones, de las cuales fueron respondidas satisfactoriamente 256. De cara al próximo año académico, las peticiones se han llegado casi a duplicar con 1.066 solicitudes. «Nosotros tratamos de distribuir las ayudas hacia lo que más demandan los estudiantes. Otras instituciones le dedican más énfasis a las becas de matrículas y las de manutención no cuentan con un plan específico. Muchos estudiantes se acogen a este plan de la UMH porque cuentan con otras vías para sufragar sus estudios, como pueden ser las matrículas de honor o las becas que pueden recibir en sus lugares de origen», asegura el vicerrector de Estudiantes y Deportes, Francisco Javier Moreno.

Estas ayudas de comedor van dirigidas a aquellos universitarios que se ven obligados a quedarse a almorzar en el campus entre sus clases y fueron incluidas por primera vez en los presupuestos del pasado año 2016. Su principal objetivo es el de ofrecer bonos de comidas para ser canjeados en las cantinas y cafeterías de los distintos recintos universitarios. La propuesta inicial partió desde la Delegación de Estudiantes y está presente en la actualidad en otras universidades españolas, como son los casos de la Politécnica de València, la de Murcia o la de Sevilla.

Para recibir una de estas ayudas de comedor se tendrán en consideración criterios de nivel económico familiares. Las becas no serán compatibles con otras ayudas que se concedan desde la propia UMH, o desde otras instituciones, que persigan el mismo fin. Las ayudas, por último, se deben concretar mediante la convocatoria pública del Vicerrectorado de Estudiantes y Deportes, en el que establecerán los requisitos y procedimientos correspondientes para la adjudicación definitiva de las mismas.

Una de las cuestiones que se valora positivamente desde la Delegación de Estudiantes sobre estas ayudas de comedor es su utilidad para aquellos alumnos que cursan asignaturas de diferentes cursos, que se imparten en distintos horarios. Con la medida de incrementar las becas de comedor, la Universidad ilicitana pretende dar una solución a esta cuestión.