Comienza la operación para ganar unidades de enterramiento en Elche. El Ayuntamiento ha comenzado con la expansión del Cementerio Nuevo con la vista puesta en construir más de 1.700 nichos en cuatro fases. Las máquinas han tomado ya el camposanto situado en la partida de Peña de las Águilas con un visible despliegue de grúas y de operarios en la rotonda ubicada en la parte alta del recinto.

Los trabajadores se encuentran en plena faena con labores de forjado que superan los cuatro metros de altura. Todo ello con la intención de levantar inicialmente 440 nichos sencillos y dobles para tratar de garantizar los enterramientos, al menos, a corto plazo. Y es que el eterno problema de la falta de espacio en los camposantos salpicó al Ayuntamiento, sobre todo el pasado año. Tanto fue así que la falta de nichos disponibles en el Cementerio Nuevo llevó a que varias familias tuviesen que enterrar a sus difuntos en lugares provisionales a la espera de poder contar con un emplazamiento definitivo. Como ejemplo, una familia tuvo que presenciar cómo daban sepultura a su difunto dos veces en apenas quince días. Esta situación y la de otros afectados generó una gran polémica en la ciudad, ya que no se entendía cómo había fallado la previsión, y no se habían ampliado con más rapidez las dotaciones en el recinto municipal.

En mitad de esa polémica, el Ayuntamiento, que alegó que aquellas situaciones fueron problemas puntuales, llegó a construir el pasado año más de 200 nichos para tratar de garantizar el servicio con normalidad. A esas unidades creadas se sumarán este año las que van a empezar a construirse en la parte más alta del cementerio.

Para la primera fase que ya ha comenzado a ejecutarse, la obra ha sido adjudicada por más de 330.000 euros y el plazo de construcción es de cuatro meses. Para ello, está previsto que haya alturas de hasta cuatro nichos, según consta en el proyecto aprobado por el Ayuntamiento, desde donde apuntaron a que se trata de la mayor construcción de unidades de enterramiento desde el año 2009.

Ante la falta de espacio, el tripartito también impulsó el pasado ejercicio un plan para recuperar sepulturas de más de 180 años en el Cementerio Viejo. Comenzó entonces con la búsqueda de los dueños de 8.000 lápidas, algunas abandonadas y en estado ruinoso, ante la alta demanda de enterramientos en este enclave. En Elche fallecen cada año unas 1.500 personas, pero sólo un 30% reclama nichos nuevos. Muchas familias optan por enterrar a sus difuntos en otras localidades, mientras que otras cuentan con lápidas en propiedad. También están las personas que se decantan por la incineración que está en auge.