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Juzgados a medio gas y con quejas

Las salas de Primera Instancia número 7 y 8 entran en funcionamiento con instalaciones a medias y críticas por la distribución del Decanato

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Quejas por la remodelación de la Ciudad de la Justicia

La entrada en funcionamiento ayer de los dos nuevos juzgados de Primera Instancia de Elche, pese a que son una reivindicación desde hace años en la Ciudad de la Justicia, no ha contentado a todos. Las obras necesarias en el edificio para su puesta a punto ha supuesto el traslado del Juzgado de Primera Instancia número 3 a la planta baja, y el Registro Civil y el Decanato han tenido que trasladarse para hacerle hueco. Tres organismos en el espacio que antes ocupaban solo dos, y que ha supuesto una redistribución de la zona en la que pocos han quedado contentos. El servicio más afectado, trasladaron ayer desde los juzgados ilicitanos, es el Decanato, que ha cedido su lugar al Registro Civil y ha quedado «encajonado» y «desplazado».

Así, el mostrador del Decanato, uno de los servicios más visibles de la Ciudad de la Justicia, ha quedado donde anteriormente estaba el Registro Civil, pero todo ese espacio se ha dividido en dos para hacerle sitio al Juzgado de Primera Instancia número 3, lo que ha relegado a los once funcionarios del Decanato a un rincón, desde donde no tienen contacto visual con el mostrador, lo que dificulta la atención a los usuarios. «Quien venga al mostrador, si no hay nadie porque está mirando otro asunto, ha salido o se encuentra fuera, la única vista que tiene es la de un armario. Nos tendría que llamar a gritos y asomar la cabeza para ver a quienes estamos dentro», señalan desde el Decanato.

Ese armario al que se refieren es el que hace de biombo a la hora de separar el Decanato del Juzgado de Primera Instancia número 3, que ha quedado comprimido en un reducido espacio que antaño ocupaba el Registro Civil. La reducción de espacio ha sido tal que, aún ayer, muchas de las cajas de la mudanza se apilaban en el suelo y bajo las mesas, sin otro lugar donde guardarlas. De hecho, un Juzgado de Instrucción les ha tenido que ceder varios de sus archivos para dar cabida a toda la documentación, por lo que se ha tenido que guardar en otras dependencias, alejadas de ese tribunal.

Otra de las quejas del Decanato pasa por que su organismo ha quedado dividido en dos, ya que la sala de correo y la de videoconferencias se han quedado en su lugar original y no han sido trasladadas al nuevo emplazamiento, lo que obliga a los funcionarios a estar entrando y saliendo, atravesando los pasillos frente al Registro Civil y ralentizando su función, según denunciaron.

A medias

Además, el Juzgado de Primera Instancia número 3, trasladado a la planta baja, aún no tiene ningún cartel que indique que ese espacio es un tribunal, por lo que crea confusión entre los usuarios. Lo mismo ocurre con los dos nuevos, el 7 y el 8, que no cuentan aún con ninguna referencia, y las obras no han terminado, con regletas sueltas, mostradores sin montar, o sin puertas de acceso, por lo que cualquiera puede entrar.

Por último, otro motivo de queja es la distribución de todas las salas de Primera Instancia. Y es que en la cuarta planta han quedado los juzgados 1, 2, 7, 4, 5 y 6, en otra planta el 3, y en otra diferente el 8. Todo y pese a que, desde el principio, sindicatos y abogados pedían que se organizaran todos juntos, como se había hecho hasta ahora, para no crear confusión y no tener que estar desplazándose de planta en planta, y de juzgado en juzgado, según critican desde la Ciudad de la Justicia.

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