Una misa, carreras, una mascletà, espectáculos de magia o la procesión que se celebró durante la tarde formaron parte de los numerosos actos que ayer se organizaron en Perleta y Maitino en homenaje a su patrón, San Vicente Ferrer. La misa contó con la presencia del obispo emérito de la Diócesis Orihuela-Alicante, Rafael Palmero, que abrió las puertas de la ermita para dar inicio al Año Jubilar que el papa Francisco ha concedido a este templo. Una traca durante la medianoche puso el punto final.