«He comido pan de gamba en restaurantes chinos, pero no sé si seré capaz de atreverme a probar un brownie con harina de grillo». Así se mostraba uno de los jóvenes que se acercaron ayer hasta el laboratorio 0.4 del edificio Altabix del campus de Elche para probar las nuevas creaciones de estudiantes de la asignatura de Biotecnología de los Alimentos Funcionales, que está enmarcada dentro del Grado en Biotecnología que se imparte en la Universidad Miguel Hernández (UMH). Como la moda, la gastronomía se debe adaptar a las últimas tendencias sociales. Por este motivo, los alumnos presentaron unas creaciones caracterizadas por sus componentes saludables, al margen de estar muy enfocadas a personas veganas o vegetarianas, así como para celiacos o intolerantes a la lactosa.

Estas premisas, por ejemplo, las cumplía Daice, nombre con el que los estudiantes de la Universidad ilicitana Ricardo Requena y Erik Ramón bautizaron a su helado gourmet, elaborado a base de dátil y aguacate y rico en ácidos grasos omega 3, apto para celíacos con sus vitaminas y minerales. Los alumnos Marina García y Javier Alonso fueron los autores de Chocochú, un producto hecho a base de cacao, chía y chufa, apto para celíacos y veganos y rico en fibra dietética.

Una de las referencias del Camp d'Elx, como es el caso de la granada mollar, también estuvo presente en las composiciones gastronómicas que presentaron los alumnos de la UMH. En el caso de la granada, se podía degustar en Grapacho, un gazpacho rico en antioxidantes, vitaminas y minerales que se servía acompañado por pan de quinoa, chía y lino, pensado especialmente para los veganos por sus autores, Manuel Garrido y Óscar Herrera.

Healthy Brownie era un pastel que seguía las directrices de la FAO sobre el consumo de insectos, el alimento del futuro según la teoría defendida por el profesor de la UMH Manuel Viuda, responsable de la muestra de ayer junto a José Ángel Pérez. Veggins, por su parte, era otra propuesta de alimento vegano, apto para celíacos y vegetarianos, sin lactosa, rico en fibra dietética y minerales, sin azúcares añadidos y con sabor a chocolate.

La última de las seis propuestas que presentaron ayer los estudiantes de la UMH recibió el nombre de Picapancho, que llegó por parte del alumno mexicano de intercambio Luis Fernando Vallejo, que empleó productos típicos de su país y, cómo no, un toque picante.