Primero comerciantes, después vecinos y ahora el pleno municipal. El proyecto «estrella» del tripartito para este mandato volvió a quedar ayer en entredicho, hasta tal punto de que las pretensiones para peatonalizar la Corredora tal y como ahora plantean PSOE y Compromís se tambalean dentro del propio Ejecutivo local. Y es que el Partido de Elche decidió ayer cruzar la línea y dejar solos a sus socios de Gobierno para aliarse con Ciudadanos y el Partido Popular, con el objetivo de paralizar el plan para suprimir el tráfico en la arteria más importante del centro de la ciudad.
Sin embargo, lo de ayer no fue más que una moción que consiguió salir a flote por mayoría, pero que, al final, el equipo de gobierno no tiene por qué acatar de manera obligatoria, ya que es la junta de gobierno local donde se vota el proyecto. Prueba de ello es que hace un año ocurrió algo similar, cuando la oposición en bloque sacó adelante una moción para cambiar el cierre de la Corredora del sábado a los domingos, y el tripartito hizo oídos sordos, de la misma manera que parece que tiene previsto hacer esta vez, aferrándose a que lo de ayer fue un debate político, que no tiene por qué ser vinculante.
De hecho, el proyecto para peatonalizar la Corredora después de las fiestas de agosto está ya presupuestado, incluso con la vista puesta en que pueda comenzar a gestarse después de esta Semana Santa con las obras en Alfonso XII. No obstante, pese a lo amarrados que puedan tener PSOE y Compromís sus planes para suprimir el tráfico en el centro, el pleno municipal volvió a poner en tela de juicio el proyecto, al igual que la cercanía de las elecciones municipales, al empezarse a ver ya algún que otro amago de captar votos por parte de más de una formación política.
Comenzó así, un intenso y largo debate, ante un salón de plenos lleno, con comerciantes y vecinos del centro, además de vendedores del mercado provisional contrarios a la peatonalización sin que se construya en paralelo el nuevo complejo de abastos con parking. Ciudadanos, que había llegado incluso a «vender» su moción a pie de calle los días previos al pleno pidió paralizar el proyecto hasta no haberlo consensuado y hasta que no se termine la construcción del nuevo Mercado Central. Algo con lo que chocó PSOE y Compromís, que defendieron haber dialogado con comerciantes desde el inicio del mandato. La sorpresa llegó con la propuesta de viva voz que realizó el Partido de Elche para sumarse a la petición de la formación naranja, pero fijando en noventa días el plazo para decidir sobre la peatonalización. Se desmarcó así, por primera vez, de forma notoria, de PSOE y Compromís y escenificó también la buena sintonía con David Caballero con referencias casi continuas en favor de Ciudadanos.
Pareja presenta proyecto propio
Incluso Pareja llegó a presentar en público su propio proyecto para la Corredora, en el que había trabajado al margen de sus socios en los últimos meses, con algunas correcciones respecto al que hicieron público hace un mes las tres formaciones en una puesta de largo en el Las Clarisas. Pese al desconcierto que pareció crearse en el salón de plenos, desde el Partido de Elche alegaron que la propuesta de hacer un paréntesis ya era conocedora en el seno del tripartito, ante sus discrepancias con el proyecto planteado por los de Carlos González y los de Mireia Mollà. Desde Ilicitanos, que decidieron abstenerse en las votaciones, al ir vinculada la moción a la construcción del Mercado Central adjudicado por el PP, trataron de sacar los colores a Ciudadanos. Les pidieron que aclararan si estaban de acuerdo con el nuevo proyecto para el complejo de abastos o con la rehabilitación que defendieron antes de las elecciones. Un reproche del que también tiró Compromís, de la mano su portavoz, que en más de una ocasión mostró la famosa foto con los vendedores del Mercado Central contrarios al proyecto de Aparcisa en el que se encontraban, entre otros, dando su apoyo a los placeros David Caballero.
Así lo señaló Mollà en varias ocasiones para recriminar el cambio de rumbo de la formación naranja, sin pasar por alto que en aquella imagen también había otros que «también se han caído», haciendo referencia al alcalde. Desde el PSOE, el edil de Urbanismo, José Manuel Sánchez, también se les echó encima y les recriminó «calentarse al sol que más calienta, como buenos reptiles». También el PP aprovechó su turno para llamar directamente «veletas» a los de David Caballero al haber dado la llave al tripartito en la aprobación de los presupuestos municipales en los que, al fin y al cabo, estaba incluida la dotación económica para la peatonalización de la Corredora.
De cualquier manera, la formación naranja, que alega apoyar el nuevo Mercado Central, tal y como ha venido haciendo en este mandato, al estar ya adjudicado y no ver escapatoria, acabó ganándose el respaldo de los populares para frenar la peatonalización y tratar de reconvertir el proyecto, tal y como planteó también el Partido de Elche en su propuesta. Es más, acabó llevándose los aplausos del público del salón de plenos y tampoco se olvidó de reprochar a los de Mollà que se opusieron a la reordenación del tráfico por Alfonso XII que también se planteó con el nuevo Mercado Central.
Frente a todo ello, Compromís se aferró a la necesidad de contar con un proyecto para situar a Elche al nivel de las grandes ciudades y defendió por activa y por pasiva la validez del estudio de tráfico, con el que se realizaron más de 460 encuestas. Apuntaron a su intención de contar con autobuses que funcionen en modo eléctrico cuando pasen por delante de Alfonso XII, Juan Ramón Jiménez y calle Ángel para paliar el ruido del tráfico.
Desde el PSOE, también José Manuel Sánchez salió en defensa de acometer la peatonalización para convertir la Corredora en la «arteria comercial por excelencia».
