Las procesiones del Martes Santo ya han arranco en Elche. La primera en salir a la calle ha sido la de la Fervorosa, Penitencial y Carmelitana Hermandad y Cofradía de Nazarenos de la Sagrada Lanzada del Santísimo Cristo de las Penas y Dulce Nombre de María Santísima. Esta hermandad, ligada al colegio de las Carmelitas, ha estrenado esta tarde las tallas del paso de misterio, que se ha realizado durante el último año en un taller sevillano.
La siguiente procesión en arrancar este Martes Santo es la de la Ilustre Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Caída y María Santísima del Rosario en sus Misterios Dolorosos, que pasa por el barrio del Plá, para dirigirse, después, a la Plaça de Baix y regresar a la parroquia de San José.
La Hermandad de la Oración en el Calvario sale desde la parroquia de El Salvador, y llega a la Plaça de Baix, después de pasar por la calle Marededéu del Carme, donde le cantan los saeteros.
La Cofradía de Santa Mujer Verónica es otra de las que celebra el Martes Santo su procesión. Inicia su recorrido en el Corazón de Jesús, y en la Plaça de Baix celebra el encuentro con la Caída en la Plaça de Baix.
Desde la parroquia de San Agatángelo inicia su procesión la Penitencial Hermandad del Santísimo Cristo de la Reconciliación y Nuestra Santísima Mater Desolata, que es la penúltima procesión que sale a la calle en el Martes Santo de la Semana Santa ilicitana.
La Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón cierra las procesiones del Martes Santo con la escolta de los legionarios. Sale desde la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús y en la confluencia con Reina Victoria y Marqués de Asprillas celebra un encuentro con la Mater Desolata. La tradición manda que esta cofradía indulta un preso indulta un presocuando llega a la Plaça de Baix, pero, por segundo año consecutivo, no ha sido posible. Si el año pasado el preso solicitado no obtuvo los informes positivos necesarios para obtener el indulto, este año la tramitación se ha demorado en el tiempo y la cofradía optó por retirar el expediente, ya que la resolución no iba a llegar a tiempo para la Semana Santa. El próximo año lo volverán a intentar, con el fin de mantener una tradición que arrancó en los primeros años de la cofradía, hace tres décadas.
