La Semana Santa lleva aparejados actos en los que las cofradías y hermandades tratan de escenificar los relatos de la Biblia. Recreaciones que se ponen en escena a través de los encuentros que atraen a miles de personas en los puntos neurálgicos de esta celebración. Hoy se celebra en Elche uno de los encuentros más antiguos de los que se tiene constancia en la ciudad, dentro de la celebración de la Semana Santa. Se trata del encuentro entre Nuestro Padre Jesús de la Caída y la Santa Mujer Verónica.

Este encuentro, explica el archivero de la basílica de Santa María, Joan Castaño, empieza a realizarse cuando se funda la Cofradía de la Santa Mujer Verónica, que data del año 1948. Desde la incorporación de esta cofradía a la Semana Santa ilicitana se estableció el acto en el que se escenifica el momento en el que La Verónica limpia el rostro de Jesús, camino de El Calvario, y éste le deja su rostros impregnado en el pañuelo, la Santa Faz.

De mitad del siglo XX también data el último encuentro que se celebra a lo largo de la Semana Santa ilicitana, el que protagonizan el Cristo Resucitado y la Virgen de la Asunción durante la procesión de las Aleluyas el Domingo de Resurrección. Este encuentro se producía originariamente en la Plaça de Baix, pero ahora se lleva a cabo en el cruce entre las calles Reina Victoria y Jorge Juan.

No obstante, la Semana Santa ilicitana cuenta con cinco encuentros más, que son el resultado del trabajo que realizan las distintas cofradías y hermandades para dar más realce a las procesiones, dotándoles de momentos cumbres casi todas las jornadas, y que tienen como escenario, en la mayoría de casos, la Plaça de Baix.

La Hermandad del Santísimo Cristo de la Agonía, María Santísima de la Amargura y Santa María Magdalena lo lleva a cabo durante la procesión del Domingo de Ramos. No obstante, este año, por la lluvia, lo realizó en el interior de la basílica de Santa María.

Estos encuentros, recuerda Joan Castaño, empezaron a proliferar en la década de los ochenta, conforme iban creciendo las cofradías y sumando nuevos pasos a la Semana Santa ilicitana.

El Lunes Santo cierra el paso de las procesiones por la Plaça de Baix la Flagelación y Gloria, que escenifica el encuentro entre el paso del Cristo de la Columna y el de María Santísima de la Victoria.

El Santísimo Cristo del Perdón y Mater Desolata también representan un encuentro que tiene lugar el Martes Santo en la confluencia entre las calles Reina Victoria y Marqués de Asprillas.

El Miércoles Santo no hay encuentros en Elche, pero el Jueves Santo se celebran dos, uno entre los pasos de la Santísima Sangre de Cristo y Nuestra Señora de las Angustias con el de María Santísima de la Salud, y otro entre el Cristo de la Fe y la Virgen de la Esperanza.

Crevillent

En Crevillent es muy popular el encuentro que se produce en la madrugada del Jueves al Viernes Santo entre Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores. De hecho, este encuentro, conocido como el «Abrazo», se repite dos veces más a lo largo de la mañana del Viernes Santo en la localidad alfombrera, donde también se representa el encuentro entre el Nazareno y la Verónica.

En los «abrazos» de Crevillent también interviene el paso de San Juan Evangelista, que es el encargado de avisar a la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno de la llegada de la Virgen de los Dolores, a la que abraza con un brazo articulado, para darle más realismo.