La Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Alicante, con sede en Elche, ha acogido esta semana el juicio contra el hombre acusado de violar a una trabajadora de un establecimiento de la ciudad dedicado a la práctica de masajes eróticos, y para el que la Fiscalía ha pedido seis años de prisión. Una pena que mantiene tras escuchar en el juicio el testimonio de ambos, al no considerar verosímil la versión del acusado, que sostuvo ante el juez que se trató de una relación sexual consentida, ya que durante el masaje la mujer se prestó a consumar la relación. Un extremo que la mujer niega, y el Ministerio Público da credibilidad a ella. Y es que, tal y como recoge el escrito de acusación, el hombre pidió perdón a la mujer cuando esta mostró su rechazo, una vez que, por sorpresa, le agarró para consumar la violación. Además de pedirle perdón, le exigió que no contara lo sucedido, prueba de que conocía perfectamente que esa relación no había sido consentida.

Los hechos ocurrieron hace algo más de dos años, en febrero de 2016, cuando el acusado se encontraba en un local de masajes eróticos, que en ningún caso contemplaba relaciones sexuales con penetración. Sin embargo, durante un momento del masaje, el acusado se levantó bruscamente, cogió a la masajista y, aprovechando que se encontraba en tanga, consumó la violación, tal y como recoge el fiscal en su escrito de acusación.En ese instante, la víctima le pidió que parara y, aunque lo hizo, el delito ya se había cometido. La trabajadora alertó entonces al personal del local, y fue en ese instante cuando el acusado le pidió que no contara nada y que guardara silencio. Aunque, afortunadamente, no lo hizo, pues tal y como apuntan desde la Ciudad de la Justicia de Elche, cualquier indicio de violencia machista debe ser puesto en conocimiento de las autoridades.

Tras dos años, el caso ha podido juzgarse y ha quedado visto para sentencia, después de que el pasado mes de noviembre el tribunal tuviera que suspender el juicio al no haber localizado a una de las testigos de la agresión, que se encontraba en el local en el momento en el que se produjeron los hechos denunciados. Otra de las razones que llevaron a la Fiscalía a seguir adelante con la acusación es que ese arrepentimiento que mostró a la víctima se hace difícil de creer que fuera real ya que, tras producirse la agresión, tuvo la sangre fría de permanecer en el local y ducharse antes de abandonarlo.

Locales

En este tipo de locales, el cliente se encuentra recibiendo el masaje desnudo y la masajista está en ropa interior, en este caso en tanga. De ahí que la víctima no tuviera tiempo de reaccionar cuando el hombre se giró bruscamente para consumar la violación. Sea como fuere, desde de la Ciudad de la Justicia explican que esta circunstancia no cambia nada la acusación, de ahí que se le pidan seis años de prisión por un delito de violación. Más bien al contrario. El acusado aprovechó la indefensión de la víctima y el factor sorpresa para perpetrar la agresión, y, por si fuera poco, luego trató de convencerla para que guardara silencio.