Margalló ha reclamado paralizar la reforma de la planta de basuras. El colectivo de ecologistas ha presentado ante registro una petición a la consellera de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural de la Generalitat Valenciana solicitándole la paralización del proyecto de reforma de la Planta de Tratamiento de Residuos Urbanos y de Clasificación de Envases de Elche, reforma aprobada a finales del pasado año por el Consorcio de la zona A5.

Los ecologistas critican, entre otros motivos, la falta del documento de planificación que justifique, entre otras cosas, el cumplimiento de los objetivos de valorización y eliminación conforme a lo establecido por el Plan Integral de Residuos y el Plan Zonal. Reclaman que la reforma tiene que contemplar el tratamiento diferenciado de la fracción orgánica (implementando entre otras medidas el quinto contenedor) y establecerse como meta la consecución de los objetivos obligatorios de recuperación de residuos urbanos establecidos recientemente por la Unión Europea.

Según Margalló, el coste de la reforma proyectada, que asciende a 15 millones de euros es "totalmente desmesurado y no puede justificarse con la mejora de rendimiento que presuntamente se lograría".

El colectivo también ha remitido esta petición de paralización del proyecto de reforma de Els Cremats al alcade de

Elche, Carlos González, representante del municipio en el Consorcio de Residuos del Baix Vinalopó. Los ecologistas recuerdan que en dicho consorcio, Elche detenta el 50% de la capacidad decisoria, "por lo que la oposición de nuestro

ayuntamiento al proyecto puede resultar suficiente para desestimar el mismo", han indicado en un comunicado.

La empresa que gestiona las instalaciones situadas en la partida rural de Saladas ha pedido ya al Ayuntamiento de Elche la licencia de obras para reformar la infraestructura, según han señalado desde la Diputación de Alicante.

El objetivo es poder comenzar los trabajos antes del verano, concretamente entre los meses de abril y mayo. Un nuevo plazo que choca con el que el tripartito había previsto inicialmente, al estimar que la modernización de la planta podría comenzar a lo largo de este mes. Algo que no será posible, tal y como han apuntado desde la institución provincial, porque, entre otras cosas, todavía se está redactando el proyecto y la intención es tenerlo finalizado entre finales de febrero o durante este mes de marzo. Una vez acabado, el Consorcio Provincial de Residuos del Baix Vinalopó, formado por diez municipios, tendrá que dar el sí definitivo para que la maquinaria pueda comenzar a trabajar en el recinto.

La planta de residuos de Elche recibe unas 135.000 toneladas al año, de las que 80.000 corresponden al municipio ilicitano. De ahí que Elche sea la ciudad que más dinero tenga que aportar para financiar la modernización de las instalaciones, ya tiene una representación del 70% en el Consorcio de Gestión de Residuos Sólidos. Una agrupación que también está integrada por la Diputación, Aspe, Algueña, Crevillent, Hondón de los Frailes, Hondón de las Nieves, Monforte del Cid, Novelda, La Romana y Santa Pola.

Las mejoras consistirán principalmente en la optimización de la recuperación de materiales y el envío de un menor número de residuos al vertedero. Asimismo, una de las ventajas, que viene a responder a una demanda histórica de los vecinos, es que se minimizará el impacto de los olores en el entorno, porque toda la gestión de los residuos se realizará en compartimentos estancos, tal y como apuntaron desde la Diputación. Y es que este problema ha sido habitualmente denunciado por los residentes de las viviendas diseminadas por la serranía ilicitana.

Otra de las tecnologías que incorporará el recinto será, por ejemplo, un sistema de láseres ópticos para separar los desperdicios con mayor precisión. Una tarea de la que ahora se están encargando operarios. Asimismo, entre esas mejoras previstas, destaca la creación de un parque de fermentación con una nave estanca para evitar así la fuga de olores. Mientras, en los procesos de triaje se incorporarán máquinas, con las que se pretende aumentar la precisión a la hora de separar los residuos.