«Si quieres llegar rápido, corre solo, pero si quieres llegar lejos, sígueme». Esta era la frase célebre que un grupo de amigos piensan enmarcar, pero será cuando se recuperen de la intensa jornada deportiva que ha supuesto para ellos la Transilicitana. El sábado por la mañana arrancaba esta prueba de ultraresistencia de 104 kilómetros en la que 750 corredores y caminantes de todas las provincias del país se sumergieron en menos de 24 horas por los encantos del Camp d'Elx y el entorno urbano de la ciudad, con unas rachas ve de viento y jornada de lluvias que les complicó esta prueba de superación personal.

Del número inicial, 512 participantes alcanzaron la línea de meta, entre ellos 438 hombres y 78 mujeres, mientras que se produjo un 32% de abandonos por la exigencia que supone. La primera marca, y una de las mejores en la historia de esta competición fue la de Pedro Agustín Morán, del club Milka Sport, que batió el récord en 8 horas y 44 minutos mientras que la mejor marca femenina fue la de Ana Cristina Konstantine, del club La Vara Trail, que llegó al punto de meta junto al Parque Municipal en 11 horas exactas. Desde la Asociación Transilicitana de la Policia Local, organizadora de esta prueba competitiva, la presencia de la mujer va en aumento y ya alcanza el 30%, y además apuntaban que se han mejorado los tiempos ya que el último alcanzó línea de meta 45 minutos antes que en la edición anterior.

El itinerario estaba diseñado para que los corredores pusieran a prueba el potencial que vienen desarrollando durante el año. De este modo, de las veredas del Pantano se trasladaron a las playas ilicitanas junto al Paraje natural del Clot de Galvany. Las sendas rurales de las partidas de Perleta y Valverde dieron pie al Monte Castro en Peña de las Águilas como el kilómetro 90 en la Sierras de El Ferriol sobre puntos como el CAU de Mariano Ros. «Las subidas a las antenas de Elche y Crevillent son los momentos más duros» decía Roberto Aguilar, uno de los corredores que fue acompañado de toda su pandilla de amigos.

En este sentido, la corredora Érica Sánchez, autora del blog Corroysoymujer, señalaba qe era la tercera ocasión en la que participaba y después de 18 horas de deporte ininterrumpido logró llegar a la meta, «haciendo un ejercicio de superación personal, que se acentúa a partir del kilómetro 75 que es cuando empieza la fiesta de la transilicitana y descubres los contrastes de la ciudad, te hace crecer a muchos niveles, corres en casa y tienes altibajos muy fuertes», apuntaba esta corredora.

Los participantes coinciden en que los últimos tramos son los más difíciles por tratarse de zonas elevadas, aunque en todo momento tuvieron puntos de apoyo y cada diez kilómetros había puestos de avituallamiento como un hospital de campaña en el entorno del Pantano, donde el Mando de Operaciones Especiales de Rabasa atendía a los corredores y caminantes, como un equipo de fisioterapeutas. Al entrar en la ciudad discurrieron por la ladera del río Vinalopó hasta alcanzar la meta en el Parque Municipal. Antes del inicio de la carrera se produjo un momento triste ya que los corredores, la Guardia Civil y la Policia Local guardaron un minuto de silencio por la muerte del pequeño Gabriel. Por otro lado, los fondos que se han obtenido con la venta de dorsales irán a parar a la Asociación de Padres y Familiares de Personas con Discapacidad Intelectual,para mejorar su proyecto.