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Arquitectos ponen reparos a la peatonalización de la Corredora

Profesionales del sector inciden en la necesidad de contar con un plan global que incluya al comercio para que cuaje la supresión del tráfico en la céntrica calle

Arquitectos ponen reparos a la peatonalización de la Corredora

Que la peatonalización de la Corredora vaya a servir para revitalizar el centro de la ciudad es una incógnita que continúa generando dudas entre los comerciantes, pese a que el proyecto viene de lejos, y mucho. Sin embargo, la conveniencia de suprimir el tráfico en el casco antiguo no solo está dando de qué hablar últimamente a los propietarios de establecimientos, tras las intenciones del tripartito de comenzar este mismo verano con la reordenación del principal eje del centro. La viabilidad técnica y urbanística de cortar la circulación en la que fuera una carretera nacional también es discutida desde el punto de vista técnico.

Entre los arquitectos, al igual que en otros sectores, hay detractores de la peatonalización de la Corredora, pero también hay defensores de esta actuación, eso sí, con matices y reparos al proyecto que ha presentado el equipo de gobierno. Sea como sea, la división de opiniones está ahí, al igual que los que echan en falta haber realizado un concurso de ideas. Al margen del rechazo o del apoyo que pueda generar la transformación del vial que plantea el Ayuntamiento, lo que muchos arquitectos ponen sobre la mesa es la necesidad de contar con un proyecto global, que vaya más allá de un cambio de pavimento con adoquines cerámicos colocados al estilo portugués y más allá de blindar el céntrico eje del tráfico rodado. Sobre esta cuestión hay muchas coincidencias en el sector.

De la misma manera, son también muchos los que cuestionan que la peatonalización de la Corredora vaya a ser compatible con un Mercado Central que vaya acompañado de un aparcamiento subterráneo con 300 plazas, lo que supondría intensificar el movimiento de vehículos, en una zona, donde precisamente se busca apostar por una movilidad sostenible y saludable. De ahí que haya también arquitectos, al igual como han alegado desde la oposición y el comercio, que apunten a que la peatonalización deba realizarse en paralelo a la resolución del Mercado Central, cuyo futuro todavía está por determinar. En este sentido, arquitectos como Ángel Rocamora alertan de que el futuro complejo de abastos con un aparcamiento será incompatible con la Corredora, incluso como ahora mismo está planteada, debido al impacto del tráfico en la zona.

Como él, Margarita López Bru, que dice sí a la supresión del tráfico, también es de las que piensan que un mercado con parking y una Corredora peatonal «no casan» y que este tándem será contradictorio. Igualmente opina Diana Forner, que rechaza apostar por una obra de tal impacto. En el caso de la peatonalización, es de las que piensan que la complejidad urbana debe abordarse desde distintos ámbitos y apostaría por la dinamización cultural también para crear ciudad.

Pero, plaza de abastos aparte, ¿es viable una peatonalización en la Corredora, desde el punto de vista técnico, tal y como está planteado el centro de Elche? Entre los profesionales del sector hay respuestas de todo tipo. Por un lado, hay quienes consideran un error el proyecto por la estructura viaria que tiene el centro histórico ilicitano y porque la Corredora es uno de los pocos ejes que sirven para cruzar la ciudad.

En este sentido, arquitectos como Gaspar Jaén advierten de que las calles Alfonso XII y Ángel no están preparadas para absorber todo el tráfico de la Corredora y alertan del caos... Especialmente para el transporte público, que tendrá que modificar de forma drástica sus recorridos por el centro de la ciudad. Algo sobre lo que los arquitectos ya vaticinan problemas de accesibilidad para los usuarios del bus urbano o taxis. En este punto también coincide Tomás Martínez Boix, quien rechaza la peatonalización total, y es partidario de una limitación del tráfico, en lugar de una prohibición, de manera que los residentes y los autobuses urbanos sí que puedan atravesar la Plaça de Baix y la Corredora.

No obstante, además de poner el foco en la necesidad de que la reordenación del tráfico en torno a la Corredora sea coherente y que el acceso al centro sea cómodo para el peatón, arquitectos como Antonio Maciá, que considera favorable el proyecto, ve clave generar actividad para que el comercio pueda salir beneficiado con el cambio y para evitar que fracase la iniciativa. De cualquier manera, las objeciones a la peatonalización que propone el Ayuntamiento no se quedan ahí.

La importancia de contar con un proyecto global es otra de las cuestiones que achaca el sector de la arquitectura al equipo de gobierno. Es el caso, por ejemplo, de Prócoro del Real, que apunta a la necesidad de contar con estudios más amplios referidos al comercio, al tráfico y a los peatones, además de apostar por un espacio público de calidad y con vegetación. En una línea parecida, opina Antonio Serrano, que pone en duda la conveniencia de peatonalizar la Corredora en estos momentos y echa en falta una mayor información y consenso.

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